Regresa el espectáculo flamenco con la Bienal

El festival internaional comenzará
el próximo 8 de septiembre hasta
el 2 de octubre, en su XVIII edición

02 sep 2016 / 10:00 H.

La Bienal es el gran acontecimiento internacional del mundo del flamenco. Cada dos años, Sevilla se transforma en el gran escaparate donde miran los aficionados y profesionales del sector de todo el mundo. Los principales espacios escénicos de la ciudad se consagran al festival para ofrecer, durante varias semanas, los estrenos más esperados, el arte de las principales figuras y las propuestas de los jóvenes valores. Desde su nacimiento en 1980, la Bienal ha celebrado 18 ediciones durante más de tres décadas. En este tiempo, la muestra programó todo tipo de propuestas y de tendencias, dando su sitio a todas las estéticas, colores y perspectivas que habitan en el arte flamenco. Un gran contenedor cultural donde conviven en armonía el flamenco más tradicional con aquel más experimental, arriesgado y de vanguardia.

La Bienal de Sevilla comenzará el próximo 8 de septiembre con la recuperación del Pregón Literario, que ya abrió la primera edición, en 1980, con el poeta Luis Rosales, y se recuperó en 2004 con la intervención de José Luis Ortiz Nuevo. En esta ocasión, doce años después, el pregón lo protagonizará el poeta, novelista, articulista y ensayista Antonio Hernández Ramírez. Natural de Arcos de la Frontera, su obra fue traducida a varios idiomas y es objeto de estudio en instituciones internacionales de prestigio. En 2014 recibió el Premio Nacional de Literatura, en su modalidad de Poesía, y la Medalla de Oro que otorga la Junta de Andalucía por sus valores humanos y literarios. Es hijo predilecto, desde 1999, de su pueblo natal, donde la Casa de la Juventud y una calle llevan su nombre. Además, es coeditor de las Obras Completas de Luis Rosales, lo cual lo emparenta directamente con el primer pregonero de la Bienal de Flamenco.

“La guerra de las mujeres”, con Estrella Morente, Antonio Canales y Aída Gómez, abrirá el festival flamenco más importante de mundo el próximo 9 de septiembre en el Teatro de la Maestranza. Esta obra es, sin duda, el espectáculo revelación de la temporada en los festivales de verano más prestigiosos y consolidados del país. El destino quiso que Estrella Morente tenga el honor de abrir, por segunda ocasión consecutiva, un festival del prestigio de la Bienal, único en el mundo en su género. Si la pasada edición lo hacía junto a sus hermanos en un homenaje conjunto a su padre, el genio Enrique Morente, este año da un giro de concepto con “La guerra de las mujeres”, que además del cartel de artistas, lleva un añadido potente: Ser la obra póstuma de un grande en la dirección de la escena española, Miguel Narros, y usar el flamenco como hilo conductor para transmitir un mensaje furibundo contra “la intolerancia, la violencia, el machismo y el puritanismo”, en palabras del director, José Carlos Plaza.

Estrella Morente, en el papel de Lisístrata; Antonio Canales que encarna a dos personajes (un travestido que decide unirse a esa guerra de las mujeres y un comisario político) y Aída Gómez como Lampito interpretan a los protagonistas centrales de la historia. Completan el elenco Soleá Morente, hermana de Estrella, en el papel de Cleonice, y Christian Lozano, en el papel de Ciresias.

En esta edición de la Bienal de Flamenco de Sevilla, se rendirá tributo al fallecido Juan Peña “El Lebrijano” con el espectáculo “De Sevilla a Cádiz (1969-2016)”, un nuevo espectáculo que preparaba el artista sevillano, basado en su mítico disco y protagonizado por José Valencia, también cantaor y también lebrijano, con la colaboración de Pastora Galván al baile. Dicho espectáculo se convertirá, el 18 de septiembre, en el Teatro Lope de Vega, durante la programación oficial, en un “cálido” homenaje a su figura, como gran artista y como persona querida por toda la escena jonda. El cantaor recibió el Giraldillo Ciudad de Sevilla en 2014, concedido por la Bienal de Flamenco después de clausurar su XVIII edición con el espectáculo “El cante se escribe con L”. “El Lebrijano” protagonizó la Gala de los Giraldillos que acogió el Teatro Lope de Vega en 2015 durante el ciclo “Septiembre es Flamenco” y también la “Gala Bienal de Sevilla”, que llenó el teatro londinense Sadler’s Wells dentro de la programación del Flamenco Festival London 2016, junto con el Ballet Flamenco de Andalucía, Farruquito o Manuel Valencia.

La obra “Antología del cante flamenco”, de José Mercé, Tomatito, Pepe Habichuela y Alfredo Lagos será la encargada de finalizar la XVIII edición de la Bienal de Sevilla. Este espectáculo dispone de un taller-ludoteca, para fomentar la conciliación familiar y es gratuito hasta completar el aforo.

Málaga. Típica fiesta del Ajoblanco en Almáchar
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La celebración más famosa de Almáchar es la fiesta del Ajoblanco, el primer sábado de septiembre. Es una reconocida celebración gastronómica, que cada año congrega a miles de visitantes para degustar este rico plato y fue declarado de Interés Turístico de Andalucía. Al pueblo acuden ese día miles de visitantes, que son obsequiados con una degustación gratuita de este genuino plato almachareño. También el municipio se convierte en un variopinto escaparate para promocionarse.

Córdoba. Las calles de Priego se visten para la feria
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Desde el 1 al 5 de septiembre, las calles de Priego de Córdoba se engalanan con la Feria Real, cuyo origen se remonta a 1842, teniendo entonces como centro la compraventa de ganado. En tiempos pasados acudían a ella prestidigitadores, comerciantes ambulantes, juglares, circos y otras atracciones ya desaparecidas. Actualmente, la feria se instala, desde 1993, en el Parque Urbano “Niceto Alcalá-Zamora”. Registra gran afluencia de visitantes, llegándose a constituir como la gran feria del sur cordobés.

Cádiz. Fiestas patronales del Cristo de la Antigua
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Declarada Fiesta de Interés Turístico de Andalucía, comienza el primer domingo del mes de septiembre, con el traslado de la talla sagrada del Patrón desde la ermita de Santiago, hasta la parroquia de Santa María de Gracia. Allí recibe los cultos establecidos y luego, al cabo de una semana, regresa a la ermita. Una gran devoción rodea a esta imagen, tanto entre la población local, como entre las poblaciones vecinas, que acompañan “en promesa” el desfile procesional.