El barco solar de El Tranco ya surca la aguas del pantano

Cincuenta pasajeros llenan la embarcación en su viaje inaugural

15 jul 2016 / 10:00 H.

Como les ocurre a algunos pilotos aéreos, sobre todo a los de las compañías “low-cost”, al capitán del barco solar que surca ya las aguas de El Tranco, como un atractivo turístico más, los pasajeros le aplaudieron ayer. Y no fue porque los tripulantes temieran por su integridad, sino por lo bien que les enseñó una de las principales reservas hídricas del país que está en el corazón del mayor parque natural de España, el de Cazorla, Segura y Las Villas.

“Al zarpar les dije que iba a disfrutar de una experiencia única, que no les iba a defraudar, y así me lo agradecieron”, explica el capitán de la nave, que funciona con energía solar, Carlos María Patrón Morenilla, natural de Garrucha, en plena costa almeriense, pero un “serrano más”, al haberse trasladado a esta zona de la provincia jiennense para emprender una aventura profesional única, puesto que nunca había ido al timón de una embarcación en un territorio sin salida al mar.

Alejandro Avilés, uno de los responsables de atender al público en este nuevo recurso turístico, construido con dinero público y gestionado por una unión de empresas de la comarca, explicaba que, a primeras horas de la tarde, los pasajeros del barco superaban con creces el centenar. “Muy bien para el primer día”, reflexionó. Son dos rutas las disponibles, una va hasta las colas de Hornos y otra hasta el antiguo camping de Montillana. En el tiempo de navegación, se pueden ver aves como gaviotas y cormoranes, restos arqueológicos y conocer la historia de la construcción de este megaembalse, que supuso sumergir el poblado de Bujaraiza y la emigración de sus habitantes.

El paseo en barco por las aguas de El Tranco es silencioso, al tener como único motor la energía solar, y muy tranquilo, dicen los que lo han comprobado por sí mismos. La embarcación es el entretenimiento más llamativo del nuevo complejo de ocio construido no muy lejos del descomunal muro de la presa. Junto a la zona de atraque, hay disponibles otras actividades, tanto dentro como fuera del agua: restaurante, tienda, un centro de interpretación y también un mirador, por ejemplo. Todo ello es fruto de un proyecto de 2,2 millones de euros que se pagó con dinero de la Junta y la Diputación. Después, se buscaron empresas para que los explotaran comercialmente y así nació una sociedad, participada por empresarios del parque natural, que genera 16 puestos de trabajo.