El agua brota a raudales en la aldea de Miller

25 abr 2018 / 19:58 H.

La aldea de Miller, en Santiago de la Espada-Pontones, ofrece una estampa única para el viajero. El agua brota en cada rincón, con una fuerza enorme y recorre los campos y acequias de este bello enclave situado en el mismo límite con la provincia de Albacete. No hay nada más que dejarse llevar por la música del agua, que discurre sea por el antiguo molino, las cascadas, junto a los álamos, y el lavadero público, hasta derramarse junto a las mismísimas casas.

Este cauce de manantiales y arroyuelos caminan “río abajo” hasta dar con el Segura, justo debajo del Anchuricas, para unirse finalmente con las aguas del Zumeta.