“No hay exclusión social, sino una exclusión digital”

—¿Cómo influyen las nuevas tecnologías en la dependencia y en la discapacidad?

—Por ejemplo, en el Ayuntamiento de Barcelona, hay un proyecto en el que todos los comercios están conectados con Servicios Sociales con una red wifi. Si una persona mayor deja de ir a una tienda, ponen una alarma y se la visita; las personas mayores están más protegidas, vigiladas y conectadas. Otras buenas prácticas permiten que personas que no tienen visión puedan leer cualquier documento, simplemente con una aplicación. Hay personas con discapacidad que no conocen esa ventaja, hay, incluso, programas, que le dicen a una persona ciega cómo es el que tiene delante, qué ropa lleva, qué altura tiene y a qué distancia está. La verdad es que es asombroso cómo las nuevas tecnologías pueden ayudar a una persona con discapacidad y en una situación de envejecimiento.

—¿Cómo han evolucionado las nuevas tecnologías?

—Muchísimo, el problema es que hay muchos niveles. Existe la brecha digital. El uso de las nuevas tecnologías es algo muy normal, pero, a partir de un tramo de población, no se puede hablar de exclusión social, sino de una exclusión digital, es decir, la persona que está en red tiene mucha información y acceso a la información y la persona que está fuera de ese manejo digital está excluida, ya que no accede a la información, porque, a lo mejor, no tiene las ventajas de una domótica, de una robótica.

—¿Cómo se puede paliar la brecha digital?

—Al mayor quien le informa del uso de redes sociales son sus nietos. El hecho de que haya esa distancia familiar que el mayor esté solo y que se pueda conectar con Skype es una ventaja, porque, a partir de ahí, surge la necesidad. Investigaciones que se acaban de hacer apuntan a que el sentimiento de soledad de los mayores es muy alto, muchas veces las nuevas tecnologías pueden amortiguar ese sentimiento.

—¿Cuál es el futuro de las nuevas tecnologías?

—Es increíble y está empezando. Las nuevas tecnologías permiten el teletrabajo para una persona con discapacidad que tiene que salir de su domicilio y superar barreras para la compra y la banca. Creo que este es solo el comienzo.