Viaje a la “magna” onubense

Soledad y Sentencia de Jaén asistieron a la histórica procesión

22 sep 2016 / 10:36 H.

Del Santo Reino al centro cofrade de Huelva. La Cofradía de la Soledad y la Prohermandad de la Sentencia unieron esfuerzos y, en confraternidad, viajaron a la capital colombina para asistir a la magna procesión que, con motivo del Año de la Misericordia, recorrió las principales calles de la ciudad onubense. Cincuenta y cinco hermanos partieron desde la Glorieta de doña Lola Torres, a las diez de la mañana, en un itinerario que los condujo hasta los hitos pasionistas choqueros, donde los esperaba una jornada plena de emociones y ambiente cofrade.

Una vez en su destino, los asistentes se dedicaron a visitar los principales templos y casas de hermandad, como la del Calvario o la ermita del Santo Entierro, momento que aprovecharon para inmortalizarlos en fotografías y, por supuesto, orar ante las hermosas tallas. Como no podía ser de otro modo, la expedición dio cuenta también del buen tapeo en diferentes establecimientos hosteleros de Huelva y, de esta forma, hicieron hora hasta la salida de la magna procesión. La espera dio cabida a la confraternización tanto entre los miembros de ambos colectivos pasionistas como con los de cofradías de la ciudad del Odiel, un enriquecedor intercambio de opiniones y conversación que hizo de la cita onubense un día inolvidable.

El esperado momento de la salida de la procesión extraordinaria llegó a las seis y media de la tarde, con la popular Plaza de las Monjas como punto de partida del impresionante cortejo, que incluyó las imágenes más veneradas de la Semana Santa local, representaciones municipal y eclesiástica del máximo nivel y, como destaca el gobernador de La Soledad, Jesús Pegalajar, “un impresionante acompañamiento musical”.

En su salsa, tanto los componentes de la Hermandad del Cristo Yacente como los de La Sentencia gozaron con la contemplación de una comitiva histórica y, lejos de cansarse de esperar a pie de calle, apuraron al máximo el viaje, hasta el punto de que la una de la madrugada los sorprendió como testigos de las no menos emotivas llegadas de los diferentes pasos hasta sus respectivos templos o casas de hermandad.

Empapados de Pasión en pleno verano, los cincuenta y cinco cofrades regresaron a Jaén entusiasmados, comentando en el autobús lo vivido y con el pensamiento puesto en posibles futuros desplazamientos a otras convocatorias de este tipo, que en Andalucía mantienen vivo el calendario pasionista durante todo el año.