Pasión cofrade en estado puro

Rafael Martínez Redondo anuncia la Semana Santa desde el sentimiento y el amor, al que le añade la música, sones que la complementan y engrandecen

14 abr 2019 / 16:11 H.

El auditorio del Hospital de Santiago acogió uno de los pregones de Semana Santa más esperados, sin duda, por muchos cofrades de la ciudad, pues Rafael Martínez Redondo, la persona elegida para anunciar la Pasión ubetense, está estrechamente vinculada con la vida social y cultural locales. El orador no solo vive intensamente el recuerdo de las circunstancias en torno a la muerte y la resurrección de Cristo con las procesiones de las cofradías a las que pertenece, sino que, además, acompaña a otras muchas hermandades de la ciudad como miembro de la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora de Gracia y director de la Agrupación Musical Ubetense (AMU). Fue un pregón profundamente de la ciudad visto desde la sensibilidad y las opiniones de un cofrade de cuna, que vive la Semana Santa local uniendo dos de sus grandes pasiones, la vida cofrade y la música, ambas trasmitidas, desde la infancia, por su progenitor.

Una tarde de sentimientos a corazón abierto en el que la palabra y la música fueron protagonistas, puesto que la AMU, por primera vez en la historia del pregón, ocupó un lugar protagonista, y subió al escenario, en lugar de ocupar el coro u otro espacio del auditorio, como había sucedido en otras ocasiones.

Antes de dar comienzo el pregón, Martínez Redondo fue presentado por un “hermano más que amigo”, pues ambos pertenecen a la Cofradía de la Virgen de Gracia y comparten, cada año, muchas emociones al acompañar a la “reina” del Lunes Santo.

Martínez Redondo quiso, que además de los componentes de la Agrupación Musical Ubetense estuvieran con él elementos característicos de las cofradías de las que es hermano. El pregonero es miembro de la Humildad desde que nació y ha pertenecido a su banda de romanos, que estuvo representada por una coraza, casco y capa que usaba cuando pertenecía a la Centuria IX Hispania. También ocuparon un lugar destacado los trajes de estatutos de las cofradías de la Noche Oscura y de Jesús Nazareno, así como una saya de la Virgen de Gracia.

Un pregón que caló hondo entre los congregados para escucharlo, pues en la Ciudad de los Cerros, todos, cofrades y no cofrades, sienten su Semana Santa, y Martínez Redondo supo fusionar el aspecto nostálgico y sentimental con la importancia que cada una de las hermandades de la Semana Santa ocupan en el acervo cultural el “ubetensismo” bien entendido. Así, cada uno de los asistentes se fue a casa siendo un poquito más “romano”, sintiendo aún más la noche oscura del alma, el amanecer morado en su retina y los pelos de punta al sonar Nuestra Señora de Gracia.