Nostálgico pregón de Semana Santa de Jorge Ávila García

El vicario episcopal de Madrid rememora sus vivencias de la infancia

19 mar 2018 / 09:13 H.

El vicario episcopal de la Diócesis de Madrid, Jorge Ávila Mejía, llenó el teatro Coliseo de nostalgia y vivencias de la Semana Santa de Villacarrillo en un emotivo pregón que en su trigésimo tercera edición congregó a unas doscientas personas para asistir al pistoletazo de salida de las celebraciones religiosas de los próximos días en esta ciudad. El religioso nació en Madrid, pero es de origen villacarrillense y siempre ha estado muy vinculado a esta tierra, con grandes periodos vacacionales en ella.

Aseguró que la primera vez que recuerda vivir la Semana Santa de Villacarrillo tendría unos cinco o seis años de edad. Rememoró las sensaciones del momento y cómo, nada más llegar al pueblo, él y sus hermanos preparaban todo lo necesario para poder salir en procesión con el Cristo Yacente, de la Cofradía del Santo Sepulcro, que este año protagoniza el cartel y los actos de celebración. Lo vivía con gran entusiasmo y devoción, y recordó que, de muy pequeñom le tocó portar el estandarte de la procesión, muy pesado, y que para no agobiarse le dejaron llevar la cara destapada. Recuerdos de esta Semana Santa que comenzaron a refrescarse con multitud de grandes momentos, cuando inició la preparación del pregón.

Reconoció que, por pasar ya mucho tiempo fuera, apenas ha podido venir en los últimos años a la Semana Santa de Villacarrillo, pero que no le ha costado trabajo recordar con cariño lo que él vivió aquí. Durante su discurso puso en valor el significado de las próximas celebraciones, con una descripción muy amena del proceso donde se incluyen todas las hermandades y procesiones, así como el resto de actos litúrgicos. Sitó los grandes momentos y destacaó las distintas singularidades de esta semana mayor en la ciudad de Las Villas. La madrugá, los cantes de pasión, pasando antes por la Entrada Triunfal, el Cautivo, Oración en el Huerto, la Columna, el Caído, el Cristo del Perdón, o la Dolorosa que acompañará a su Santo Entierro al final de la tarde del Viernes Santo, terminando el domingo con la celebración de la Resurrección de Cristo y su salida desde San Francisco. Un pregón que no duró demasiado, o al menos se hizo corto para la mayoría. Estuvo conducido el acto por Manuel Jiménez Martínez, correspondiendo los honores de la presentación del pregonero a su amigo Ramón Rubiales García del Valle. La velada culminó con una actuación musical que correspondió al Coro Rociero Entre Amigos del Sur,