Las siete palabras y lágrimas: toda la pena y toda la belleza

Las Dolorosas de La Expiración y El Despojado protagonizan la promoción del periódico

19 mar 2018 / 09:13 H.

Hasta seis imágenes de Virgen Dolorosa ha tenido la cofradía de la Expiración desde su fundación allá por el año 1888. las dos primeras eran cedidas para la procesión por sus propietarias María Sánchez de Velasco y la familia Domínguez. En 1944 fue la primera Dolorosa propiedad de la hermandad la realizada por Jacinto Higueras que tuvo que realizar para sustituir a la anterior que se quemó con una vela. La imagen de Higueras fue transformada en varias restauraciones, perdiendo su concepción original. Todas eran tituladas como “Virgen de los Dolores” hasta que en un septenario del año 1954 el padre Vicente Franco la titulo como “Virgen de las Siete Palabras”.

En 1982 Rafael Ortega Sagrista dona una Dolorosa de su propiedad, imagen del siglo XVIII, que recibió culto durante muchos años y que estuvo durante muchos años en la iglesia de San Clemente, siendo una de las imágenes titulares de la Cofradía de las Cinco Llagas. Ante el deterioro de esta imagen se decide encargar al imaginero sevillano Luis Álvarez Duarte una nueva imagen que es bendecida en el año 1995, una obra bellísima más acorde con la categoría imaginera del Cristo de la Expiración.

La Virgen de las Siete Palabras posee el manto más antiguo de cuantos procesionan en la Semana Santa de Jaén, adquirido en Sevilla por el párroco Jesús Domínguez que lo donó a la cofradía, el manto fue restaurado y ampliado por Paleteiro, sirviendo su diseño de base para complementarlo con las bambalinas del paso de palio. Su vestidor es Francisco Carrillo.

La primera Dolorosa que procesionó la cofradía de los Estudiantes fue una Dolorosa que se encuentra en la Sala “de profundis” del Convento de las Descalzas, que fue propiedad de la condesa de Fuenrrubia. Luego la cofradía se desplazó a Córdoba para tratar con Juan Martínez Cerrillo la adquisición de una Virgen para la cofradía, eligiendo una Virgen que había sido tallada en 1938 y ya había recibido culto en Lora del Río, Sevilla y en otra cofradía cordobesa. Se adquirió por 3.000 pesetas. La Virgen de Las Lágrimas ha procesionado desde el Convento de Santa Clara, La Catedral, la iglesia de Belén y San Roque y desde La Merced. En 1949 procesionó con un curioso palio de flores, siendo durante años un referente su manto azul marino bordado con estrellas.

Se la conoce popularmente como la “Virgen de los Clavitos”, siendo rondada por la tuna a su salida en la Plaza de La Merced. La Virgen de Las Lágrimas es vestida por Javier García.