Escenas de la Pasión de Cristo

La ciudad respira Semana Santa y huele a incienso por sus cuatro costados

29 mar 2018 / 08:30 H.

Toda la ciudad patrimonial vive intensamente su Semana Santa. No solo el casco antiguo es testigo de las estaciones de penitencia de las cofradías ubetenses, sino que otros barrios como el de San Nicolás o la zona del Parque Norte también se llenan del olor a incienso o de los tradicionales carrillos, con todo tipo de artículos, que preceden a las hermandades, y hacen más llevadera la espera a los cientos de ubetenses y visitantes que se concentran a las puertas de los distintos templos para ver las salidas de las cofradías y sus imágenes titulares.

En la noche del Miércoles Santo dos son las cofradías que procesionan en Los Cerros: la Eucarística de la Santa Cena y la Sacramental y Hermandad Salesiana de Nuestro Señor Jesucristo en su Prendimiento, María Santísima del Auxilio, San Juan Evangelista y San Juan Bosco.

Así, poco antes de la nueve de la noche, la banda de cabecera de la Santa Cena llegaba hasta la iglesia de San Nicolás de Bari, haciendo las delicias de todos los allí presentes con sus toques característicos, haciendo presagiar, que en pocos minutos, se abrirían las puertas del templo y poder admirar el grupo escultórico de la última cena de Cristo con sus apóstoles, una obra espectacular formada por trece figuras de talla completa de Amadeo Ruiz Olmos, policromía de Marcelo Góngora y trono de Ramón Cuadra Moreno.

Una hora más tarde, desde el santuario de María Auxiliadora, asomaba majestuosa la Cofradía del Prendimiento, paso portado por costaleros que mecen a su Cristo al son de las marchas interpretadas por la Banda de tambores y cornetas de María Santísima del Amor, entre otras interpretaron “Prendimiento”, pieza compuesta por José Manuel Cano Gómez en 2005, a la salida de la imagen titular de la cofradía.

La hermandad del Prendimiento es acompañada por decenas de devotos durante su desfile procesional, aunque muchos ubetenses se dan cita en el claro de San Isidoro, lugar donde la cofradía celebra su estación de penitencia al filo de la media noche.