El patrimonio más preciado se expone en San Bartolomé

Más de un centenar de piezas repujadas en plata componen una exposición en la iglesia de San Bartolomé Apóstol. Así las hermandades vinculadas con el templo comienzan el apasionante camino hacia la Cuaresma y muestran sus enseres.

Este lugar dedicado a la oración y culto se convirtió por unos días en una galería de exposiciones debido a que a lo largo de sus naves eclesiásticas, las organizaciones cofrades instalaron una exhibición de sus pertenencias, que cuentan con un gran valor económico y sentimental, puesto que son custodiados por sus hermanos hasta la llegada, de nuevo, de la Semana Santa, y con ella su estación de penitencia. La exposición comenzó el pasado miércoles y concluye hoy. En la presente jornada, tras la misa de tarde, se producirá el cierre de la revelación de bienes, que en multitud de ocasiones pasan desapercibidos en las procesiones o altares efímeros alzados por este tipo de asociaciones religiosas, y que han dando a conocer los tesoros que esconden en su interior.

Entre el ajuar que aún hoy se puede visitar, se encuentran las antiguas potencias del Cristo de la Expiración —cinceladas a mano en mil novecientos cuarenta siete—, además de parte del paso de palio de la Virgen de la Amargura y la custodia antigua de la parroquia; la diadema que recubre la cabeza de la Virgen de los Dolores de la aldea de La Ropera, repujada a mano a principios del siglo veinte; o el Sine-Labe, de la pontificia Cofradía de la Vera-Cruz, insignia que intercala piezas de bordado antiguo con detalles de plata, lo que impresiona al observador.

Del mismo modo, en las próximas semanas se celebrará una charla sobre la técnica orfebre en las dependencias parroquiales.