El Camino de las Cruces será otra vez escenario del viacrucis

La parroquia de Belén y San Roque impulsa la cita en la ermita del Calvario

28 feb 2016 / 10:44 H.

Los capuchinos introdujeron en Jaén la costumbre de celebrar un viacrucis en las entonces afueras de la capital, en tiempo de Cuaresma, y escogieron las cercanías del cementerio de San Eufrasio, donde los terciarios franciscanos levantaron una ermita a la que conducía un camino jalonado de grandes cruces de piedra, una por cada estación de este rito.

Aproximadamente cuarenta años después de la última comitiva penitente que recorrió el lugar, la feligresía de la parroquia de Belén y San Roque —administrada por el sacerdote Juan Herrera—, a la que el Obispado jiennense ha encomendado la gestión eclesiástica del recinto sagrado, impulsa, desde hace meses, el resurgir del pequeño templo y con él, la recuperación de una tradición secular que volverá a celebrarse el próximo 11 de marzo. El viacrucis, que nace con la idea de perpetuarse, discurrirá por el actual Camino de las Cruces, donde aún se conserva alguno de los hitos propios de este rezo. El cortejo lo abrirá una cruz escoltada por dos faroles, que precederán a la procesión de fieles que, vela en mano y en constante meditación, tomará parte en la cita. El acto penitencial finalizará en la ermita del Calvario, vecina del cementerio viejo y última estación del viacrucis. Un grupo de feligreses de Belén y San Roque, siempre al lado del párroco, se vuelca en conservar el pequeño templo —cuyo techo pretende reparar a través de la colaboración de la ciudadanía— y la cruz que aún se levanta en lo que, un día, fue punto inexcusable de la geografía pasionista local.