Una feria más segura y más limpia

Los caseteros están muy contentos. Así lo afirman el presidente el colectivo, Alberto Palomino, en un balance de fin de feria en el que las sensaciones son “muy positivas”. “Aún queda hacer cuentas y valorar el conjunto, pero en general estamos muy satisfechos”, declaró Palomino. Entre los puntos más destacables hacen hincapié en la eliminación de la zona del botellón, lo que favoreció que el público joven bajara antes al recinto y consumiera más en las casetas. Asimismo, las medidas tomadas por el Ayuntamiento para animar a la ciudadanía a acudir al recinto e intentar no diversificarlo en actividades de la feria de día, por ejemplo, recibió el aplauso del colectivo. “No cerrar las calles de San Ildefonso ha sido todo un acierto”, comenta Palomino, que muestra como resultado la gran afluencia de usuarios al mediodía en la feria. “Ha habido más gente que otros años, se ha notado mucho, no había más que dar un paseo para ver el ambientazo, la calle central estaba impresionante y las casetas llenas, con las mesas dispuestas para las comidas”, apunta.

Así, el colectivo tiene “muy buenas sensaciones” y esperan que provoque un efecto llamada para recuperar las casetas perdidas. “Ahora que se está potenciando el ferial, más de uno se acercó y nos preguntó, interesado, para montar una caseta el año que viene”, dice Palomino, aunque se muestra prudente. “Habrá que ver si se materializa o no ese deseo, pero el hecho de preguntar ya es un paso grande y creemos que irá a más”.

Desde la Asociación de Caseteros definen la Feria de San Lucas 2019 con tres palabras: limpia, segura y de convivencia.

La eliminación de los contenedores en el paseo central y la gran presencia de equipos de limpieza favoreció que la suciedad se alejara del recinto. Se habilitaron zonas de basura específica para cada caseta y se dotó de material necesario para el traslado y poder deshacerse de ello de forma cómoda. Es más, la concienciación afectó también a los visitantes. “La implicación del público en general también se notó, han estado más respetuosos, no tiraban el vaso al suelo, usaban más la basura o lo dejaban en la caseta”, explican.

La seguridad también fue visible en el recinto y los caseteros lo agradecieron. “Al principio estábamos un poco escépticos con que si se reforzaría o no la seguridad, pero se ha cumplido, se notaba mucho la presencia policial y dio una sensación de tranquilidad en todo el recinto ferial”, contó Palomino. En relación con los agentes de seguridad, el colectivo agradeció el control por la eliminación del botellón. “Las denuncian fueron mínimas y en el recinto casi ni lo hemos visto”, dice, y añade: “Estábamos preocupados con que la zona del botellón se trasladara al recinto ferial, con lo que conlleva, pero finalmente no ha sido así, y estamos muy contentos”.

La convivencia con la propuesta que del hilo musical entre caseteros y feriantes también dio sus frutos, “sin esa guerra de batios que provocaba incomodidad”. “La gente podía hablar con tranquilidad y disfrutar, todos decían que estaban más a gusto que otros años”, apunta Palomino, que está “convencido de que se han dado los primeros pasos en la dirección adecuada para recuperar el ferial que merece Jaén”. Así, el colectivo ya está a la espera de una reunión con el Ayuntamiento de Jaén para iniciar los preparativos de la Feria de San Lucas 2020 que sea “digna de los jiennenses”.