Japón y Jaén unidas por la Muestra de Bonsái FKB

Medio centenar de árboles, algunos de ellos centenarios, se exponen en la sala Pintor Elbo hasta mañana

11 nov 2017 / 11:25 H.

Durante tres días, la ciudad de Los Cerros será el escaparate de la cultura jiennense y la japonesa, pues acogerá la Muestra de Bonsái FKB y la Muestra Cultural de Bonsáis “Ciudad de Úbeda”. Se trata de una actividad organizada por la “Fuji Kyookai Bonsái, escuela de vanguardia de Marbella”, en colaboración con el área de Cultura de la Administración local y el Centro de Interpretación “Olivar y Aceite”.

Se trata de una exhibición en la que el público podrá admirar medio centenar de árboles diminutos, obra de alumnos del centro costasoleño. La mitad de ellos son distintas variedades de olivo, entre los que se encuentra un ejemplar con más de cinco siglos de vida. Asimismo, podrán conocer los métodos de trabajo de esta escuela marbellí que, como explicó Antonio José Martínez, organizador de la cita, “les llevan a conseguir realizar obras de muy alto valor”. “Se llega a establecer una conexión muy especial entre el hombre y su bonsái”, aseguró.

Durante los días que dura la exposición, en el Centro Cultural del Hospital de Santiago, los asistentes, además de admirar las obras de arte que son los bonsáis que se muestran en la sala Pintor Elbo, podrán ver demostraciones culinarias en directo, de la mano del cocinero Marcos Castillo. El chef fusiona la gastronomía japonesa con la andaluza, pues elaborará platos con productos típicos nipones, regados con aceite de oliva virgen extra. Asimismo habrá catas, a cargo del Centro de Interpretación “Olivar y Aceite”, charlas o talleres del arte del bonsái, impartidos por monitores de la escuela FKB, alguno de ellos, como Massimo Bandera, fundador de la Fuji Kyookai Bonsái, dentro de la Fuji Sato Company. Este, en el acto inaugural, explicó al público que el bonsái es un árbol trabajado con una técnica de poda, que no cambia su genética y el bonsái de olivo es el punto de unión entre oriente y occidente, ya que el primero es el símbolo de la cultura japonesa y el olivo el de la mediterránea. De esta forma, juzgó, se anticipa la globalización que avanza, sobre todo, en alimentación. “En nuestra escuela se aprende la técnica, el cultivo y la formación de la sensibilidad estética. Los japoneses saben que en España hay mucho interés sobre los bonsáis, por eso tienen su mirada puesta en el país”, subrayó Massimo Bandera. Por su parte. Javier Gámez, presidente de “Olivar y Aceite”, centro colaborador de esta muestra, indicó que, al igual que se exporta el aceite de oliva virgen extra al país del sol naciente, también hay un gran interés por su idiosincrasia y sus tradiciones milenarias.

El arte del bonsái se originó en China hace unos dos mil años, como objeto de culto para los monjes taoístas. Para ellos era símbolo de eternidad y el árbol representaba un puente entre lo divino y lo humano, el cielo y la tierra. La planta se mantiene pequeña dándole forma y podando su tronco, hojas y raíces.