Galletas de chocolate

02 jun 2019 / 11:15 H.

Las galletas —conocidas en inglés como “cookies”— de chocolate son todo un clásico entre las recetas de repostería. Su forma de elaboración fue desarrollada en el año 1930 por Ruth Graves Wakefield, que añadió trocitos de chocolate a su masa de galletas de siempre, una idea que resultó ser un éxito entre sus clientes. Ruth era propietaria de Toll House Inn, en Whitman, Massachusetts, un restaurante muy popular de comida casera. La popularidad del restaurante no solo se debía a la calidad de su comida casera. Su política consistía en obsequiar a los comensales con una ración extra para que se la llevaran a su casa y la sirvieran para postre. Su libro de cocina, “Toll House Tried and True Recipes”, publicado en 1936, incluía la receta “Toll House Chocolate Crunch Cookie”, que rápidamente se convirtió en un alimento horneado en multitud de hogares estadounidenses, lo que le dio una popularidad muy grande en el país.

Elaboración

INGREDIENTES.

180 gramos de mantequilla a temperatura ambiente, 175 gramos de azúcar moreno, 1 huevo, 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional), 225 gramos de harina, media cucharadita de bicarbonato sódico, 1 cucharadita de canela, 2 plátanos maduros, 190 gramos de pepitas de chocolate y 180 gramos de copos de avena.

PREPARACIÓN.

En primer lugar, batir el azúcar con la mantequilla durante unos minutos. Añadir el huevo y mezclar hasta obtener una masa homogénea. Es recomendable tener el huevo a temperatura ambiente. Con la ayuda de un tenedor, machacar el plátano. Tamizar la harina, el bicarbonato y la canela. Añadir todo junto y el plátano machacado. Incorporar las pepitas de chocolate y la avena. Con una espátula o cuchara grande de madera, mezclar bien. Quedará una masa espesa. Encender el horno y precalentar a 180 grados centígrados durante 10 minutos. Cubrir la bandeja del horno con papel vegetal. Usando una cuchara, hacer bolas que chafaremos un poco con la mano. Hornear de 12-14 minutos o hasta que empiecen a estar doradas. Consejo: al colocar las bolas en la bandeja, dejar espacio suficiente para que, cuando las horneéis, no se peguen unas con otras. Prepara una caja bonita, cubre el fondo con papel vegetal y envuélvelas con mimo y cuidado. Son un regalo muy personalizado que puede alegrar una tarde con un té o café en buena compañía. O dedícate un momento a solas, lejos del ajetreo y la rutina. ¿Te animas a darte un capricho?