Bizcocho de naranja y semillas de amapola

12 mar 2017 / 11:17 H.

Las semillas de amapola son un fruto negro y pequeño que se encuentra en cada una de las flores. Son la forma que tiene esta planta de reproducirse, pero también constituyen en sí mismas una buena forma de ayudar a mejorar nuestro organismo. Desde hace siglos, se ha utilizado en medicina natural. En la actualidad, es común su uso en panadería, repostería y como complemento en la mejora de la salud. En forma de infusión tiene un efecto relajante, ideal para combatir el estrés y la ansiedad, calma la tos y es un excelente expectorante si se usan los pétalos. Previenen la osteoporosis, por ser ricas en calcio, y las enfermedades cardiovasculares, por su alto contenido en ácidos grasos esenciales. También destacan sus propiedades antioxidantes. A la hora de consumirlas, tendremos garantía total si las compramos en comercios que las vendan para uso alimentario. Se debe evitar su consumo durante el embarazo debido al alto contenido de morfina que pueden tener. Consejo: una cucharadita al día es suficiente. Un exceso en su consumo podría tener un efecto demasiado sedante.

Elaboración

INGREDIENTES.

185 gramos de mantequilla, 160 gramos de azúcar glas, 100 gramos de mermelada de melocotón, 1/4 cucharada de esencia de almendras, 1/2 cucharada de levadura, ralladura de dos naranjas, 80 mililitros de zumo de naranja, 185 gramos de harina, 60 gramos de almendras molidas, 40 gramos de semillas de amapolas

y 3 huevos.

RELLENO Y DECORACIÓN.

En un cazo a fuego bajo derrite la mantequilla, el azúcar, la mermelada, la esencia de almendras, la ralladura y el zumo de naranja. Dejar enfriar. En un bol tamiza la harina, las almendras, las semillas de amapola y la levadura. Haz un agujero en el centro y vierte el líquido anterior poco a poco hasta obtener una mezcla homogénea. Bate los huevos y añadir hasta integrarlos por completo. Precalentar el horno 10 minutos a 170 grados centígrados. Engrasar un molde para bizcochos y rellenar con la masa resultante. Hornear entre 30-40 minutos, dependiendo del horno o hasta que, al introducir un palillo, salga limpio. Pasados 5 minutos, enfriar sobre una rejilla.

Para decorar: una vez frío, pintar con zumo de naranja y rociar con azúcar glas, con ayuda de un colador.