Un “hermano mayor” de aquí

Engranajes intermedia en casos de conflictos familiares con adolescentes

02 oct 2016 / 11:27 H.

Solución para los problemas de conducta en la edad adolescente. Como el televisivo “hermano mayor”, la empresa de intervención sociofamiliar Engranajes desarrolla en Jaén una labor demandada por las familias con conflictos derivados de la forma de actuar de sus hijos menores. Son un educador social y mediador familiar, Sebastián Solas; una psicóloga, Verónica Alcázar, y una psicopedagoga, Ana María Morales, que tienen en común, además de su origen jiennense, una etapa de trabajo en “Proyecto Hombre”, el programa de la Fundación Ángaro que, tras la desaparición de esta entidad, los condujo al paro. “Cuando nos quedamos desempleados decidimos emprender y creamos la empresa, para dar respuesta a padres con hijos conflictivos”, expresa Sebastián Solas.

Desde la educación social, estos profesionales intervienen con el objetivo de “reeducar” a los progenitores y enseñarles a “poner límites” que ayuden a solucionar los problemas. “En las primeras sesiones incidimos, principalmente, sobre los padres, a los que les damos recomendaciones. Posteriormente trabajamos con los adolescentes”, añade Solas. Una tarea que realizan en las instalaciones de la empresa, en el centro de la capital jiennense, pero que no limitan a esas cuatro paredes. Y es que Engranajes no duda en desplazarse a los propios domicilios de los afectados para, “in situ”, trabajar sobre el terreno, entre otros ejemplos, prácticas tan cotidianas como arreglar la habitación, por ejemplo, al objeto de “organizar la vida familiar desde dentro”, concluye Solas. El educador explica que ya son una decena los casos atendidos desde que comenzaron a trabajar, el pasado mes de abril, casi siempre con perfiles comunes: adolescentes con padres separados, muchos de ellos desde hace poco tiempo y otros, con disputas familiares que perduran en el tiempo. Reivindicar el valor de la persona en estas situaciones y hacer visibles, tanto para los padres como para los propios menores, los valores que resaltan en medio de un carácter conflictivo es otro de los esfuerzos de Engranajes, cuyos profesionales aseguran que casi todos los casos tienen solución. “Si no, nosotros mismos mostramos a la familia otros caminos”, apostilla Solas.

Las terapias, que, como mínimo, abarcan dos o tres meses —según los episodios concretos—, terminan por dar un resultado favorable, que esta empresa “vigila” para evitar recaídas, inevitables, sobre todo, en progenitores con costumbres muy arraigadas en cuanto a la forma de educar. “Es difícil cambiar las normas de alguien que supera los cuarenta años de edad pero, aunque les cuesta, ven que, al final, es bueno”, añade el cofundador de la novedosa firma jiennense.

Engranajes cuenta también con una completa página web y difunde su trabajo a través de vídeos, redes sociales y el “boca a boca”. Incluso promueve un programa que ha hecho llegar a institutos de Enseñanza Secundaria, al objeto de intervenir en los conflictos que se dan dentro del ámbito educativo.

las claves de un servicio necesario

Trastornos de conducta, ausencias en la escuela, “bulling”,

malos resultados académicos, consumo de sustancias, adicciones a las nuevas tecnologías,

cambio de amistades, falta de hábitos de estudio, necesidad de promover valores como la sinceridad, la empatía o la solidaridad son algunos de los problemas que trata Engranajes, que además ofrece

talleres grupales, por ejemplo de conductas de riesgo en sexualidad, grupos de padres y cualquier proposición que estos presenten.