“... Y sin sangre en sus arterias, no hay mitad en esta plaza que no esté bajo sospecha”

    21 abr 2016 / 19:15 H.

    Por dentro duerme la sombra

    que reconoce su pieza

    y un tubérculo desnudo

    para tres bocas abiertas.

    Afuera se rompen moldeas

    al rol de esta plaza vieja.

    Todo se vende, a la vez

    que pasean en bicicleta

    Ratas, pobras y sirleros:

    mudos ángeles se piedra.

    Movimiento de un arroyo

    que traiciona la conciencia,

    Secos caños sin caminos

    y sin sangre en sus arterias,

    no hay mitad en esta plaza

    que no esté bajo sospecha.

    Todo cede ante su cauce,

    o eres de aquí o estás fuera;

    llevas el viento en los ojos

    o es el llanto de tu vena.

    La fuente siempre vacía

    se cruza con la tiniebla.

    (Poema “Plaza de los Caños” por Antonio Negrillo)