Las corridas de toros
del aceite de oliva

10 may 2017 / 18:11 H.

Dos de las principales riquezas donde la provincia de Jaén es líder a nivel nacional y mundial son la producción del aceite de oliva y las ganaderías de toros bravos. Es de pura lógica, entonces, que se unieran para conseguir una mayor difusión y promoción de ambas. La oportunidad más idónea para ello, no cabe duda, es celebrar una o dos corridas durante la Feria de Expoliva, cuando se reúnen en la capital jiennense miles de visitantes en busca no sólo de nuestro ‘oro verde’, sino también de conocer el resto de nuestros atractivos.

Estos festejos taurinos podrían tener numerosas singularidades que les uniera más al aceite de oliva, como podría ser ofrecer premios al torero o a la ganadería triunfadora consistentes en su peso corporal de este producto. ¡Sin obligar al ganadero que se los lleve a pulso!, claro. O que fueran una muestra de los hierros que tenemos en nuestra provincia. Y otras muchas más ideas que pueden surgir en una iniciativa tan interesante como necesaria.

El objetivo principal para las empresas expositoras en Expoliva es hacer negocio, y que forma mejor de atraer clientes, sobre todo si vienen de lejos, que regalarles entradas para esas corridas.

Otro fin de nuestra principal feria de muestras es la promoción, y no creen que es una magnífica publicidad que famosos diestros y ganaderos, además de algún que otro ‘famosillo’ que siempre se pega a ellos, la visiten y alaben en la prensa las maravillosas cualidades de nuestro producto estrella.

Hasta la fecha de celebración de este evento favorece incluir en su programación la celebración de corridas, porque nos encontramos en el período más importante de la temporada taurina, entre los dos acontecimientos más importantes del año, la Feria de Abril de Sevilla y la de San Isidro de Madrid.

Otras ciudades hace ya muchísimo tiempo que se han dado cuenta de los grandes beneficios que suponen unir la tauromaquia a la promoción de su principal riqueza, como lo hacen la localidad riojana de Arnedo con el calzado, la salmantina de Guijuelo con el jamón serrano, la gaditana de Jerez de la Frontera con los caballos o la murciana de Jumilla con el vino, por poner algunos ejemplos, que son muchísimos más.

Vamos, estos festejos les vendrían bien hasta a los antitaurinos, porque así tendrían una excusa para volver a salir a la calle a protestar, aunque de camino también lo podrían hacer por el ‘maltrato’ que sufren los olivos con los varetazos que les pegamos para recoger su fruto, que también estos árboles son seres vivos. Les recomendaría de camino que lo hicieran además por el sufrimiento y la esclavitud de las mascotas, que viven encerradas en casas humanas, jaulas o cajas, tienen que salir a pasear amarradas con una correa al cuello o disfrazadas, algunas son estirilizadas y lo más grave es que no pueden hacer sus necesidades fisiológicas o sexuales cuándo y dónde quieren, sino cuándo y dónde les apetece a sus dueños, que también deciden cuándo y con quién deben aparearse, para en muchos casos buscar la raza aria que se les antoje. ¿Les suena y les recuerda algo esa palabrita?