Brindis por Jaén con la “rubia” de todos los jiennenses

Párense a pensar. Realicen un improvisado examen de conciencia y hagan memoria. Traten de recordar cuáles han sido sus momentos inolvidables. ¿Ya? Seguro que sus recuerdos se parecen mucho a una escena en la que siempre aparecen familia y buenos amigos y nunca falta una Cruzcampo. Es la cerveza que generaciones y generaciones de jiennenses han disfrutado desde hace más de 95 años. La que siempre está en las mesas, la que ha “regado” nuestros días más entrañables. Porque es la “rubia” de esta tierra, la que forma parte de la memoria sentimental de esta provincia y de sus gentes. Porque Cruzcampo es Jaén.

Por este y otros muchos motivos, Diario JAÉN quiso rendir un tributo a la cerveza más señera de este mar de olivos y a todas las personas que la han hecho posible durante todas estas décadas. El acto, enmarcado en las celebraciones por el 75 aniversario del periódico, fue, sin duda, una “borrachera” de emociones. La Sala de Calderas de la fábrica de La Imora acogió un brindis por la prosperidad de la cervecera jiennense que, además, se hizo extensible a toda la provincia. Porque Cruzcampo, perteneciente a la multinacional Heineken, está íntimamente unida a la tierra del Santo Reino. Solo hay que dar un dato: genera más de 5.000 puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos en una provincia que tiene en el paro su principal talón de aquiles.

Fue un tributo que tuvo nombres y apellidos. Los de los maestros cerveceros, los guardianes del sabor típico de la Cruzcampo que se elabora en Jaén. Miguel Jiménez, Joaquín Ruiz, Luis Galván, Francisco Ferrete, Agustín Martínez e Inmaculada Fernández personificaron a esos otros muchos artesanos que guardaron celosamente la receta de generación en generación. Estos druidas aportan su talento para fabricar el mágico brevaje dorado, que se forma al mezclar sabiamente el agua del manantial de La Imora, la mejor cebada y la secreta levadura. Ellos representaron el buen hacer de todos los trabajadores que han pasado por la fábrica jiennense, desde sus primeros pasos —en la calle Álamos en un ya lejano año 1921— hasta la actualidad.

Juan Espejo, el director de Diario JAÉN, se encargó de dar la bienvenida a los presentes. Unas palabras en las que mostró el “orgullo” del periódico por impulsar una distinción “a los maestros cerveceros de toda la vida, a la fábrica de La Imora y sus trabajadores, a los maestros de la caña, a los profesionales de la hostelería de los pueblos y ciudades de Jaén y a la empresa que da vida a todo”. Después, el poeta Antonio Negrillo hizo un recorrido sentimental por la historia de la cerveza jiennense. Y Miguel Jiménez Franco, uno de los maestros cerveceros que heredó el oficio de su padre y de su abuelo, desveló alguno de los secretos de la fábrica en la que creció y cómo fue capaz de exportar artesanos a otras factorías de España y el mundo. El presidente de la Asociación Gastronómica “La Buena Mesa”, Alfonso Sánchez Herrera, recordó que los trabajadores de Diario JAÉN que echaron a andar el periódico hace 75 años —el 1 de abril de 1941— ya brindaron junto a los empleados que elaboraban la rica cerveza jiennense. Por su parte, el presidente del Consejo de Administración de DIARIO JAÉN S. A., Eleuterio Muñoz, quiso lanzar un brindis “por una Jaén más próspera” y la directora regional de Relaciones Institucionales de Cruzcampo, Ada Bernal, cerró el acto para señalar “la fuerte vinculación” de la multinacional a la tierra, a su fiesta, a su gastronomía y a sus gentes.