Macro operación contra las drogas en Granada

La Guardia Civil detiene a 19 personas de nacionalidad polaca

25 ago 2016 / 10:30 H.

La Guardia Civil, en colaboración con Border Guard, la Guardia di Finanza de Italia, la National Crime Agency británica, la Policía Aduanera de Gibraltar y Central Investigation Bureau de Polonia, coordinadas por Europol, detuvieron a 19 personas de nacionalidad polaca que formaban parte de una organización internacional dedicada al tráfico de drogas mediante embarcaciones de recreo y que tenía su base en Granada. Entre los detenidos se encuentra el jefe de una de las cuatro organizaciones criminales más importantes de Polonia, involucrado en asesinatos, robos y extorsiones. La organización se dedicaba al contrabando de estupefacientes procedentes de Marruecos a la Unión Europea, principalmente a Polonia, Gran Bretaña, Suecia, Alemania y Ucrania.

Se realizaron un total de siete registros en viviendas y embarcaciones de recreo, en donde se encontraron 3.300 kilos de hachís, un velero, dos vehículos, una motocicleta, dos teléfonos por satélite, material electrónico de última generación, 20.000 euros y documentación de interés. Esta asociación delictiva tenía su base de operaciones en la costa granadina y desde allí uno de los integrantes se encargaba de tener a punto toda la logística y mantener relaciones sociales con personas influyentes de la zona que pudieran facilitar medios que necesitaran. Además cada miembro contaba con una misión claramente diferenciada del resto. El líder de la organización, de nacionalidad polaca, residía principalmente en Polonia y Alemania y, cuando era preciso, alquilaba una vivienda de lujo en la costa malagueña para controlar todos los movimientos que se realizaban en torno a la preparación de las operaciones. También por su propia seguridad en España residía a más de 150 kilómetros de la base de operaciones granadina, la cual visitaba casi a diario para realizar un minucioso control al que obligaba también al resto de miembros de la organización.

Con el objetivo de controlar la situación, el jefe de la organización ordenó a dos de los integrantes de la banda delictiva que fijaran sus domicilios en las embarcaciones que usarían tres meses después para realizar el transporte de sustancias estupefacientes desde Marruecos hasta el continente europeo. Además, el líder polaco era una persona investigada internacionalmente, considerada de alto riesgo y ligado a delitos de asesinatos por ajustes de cuentas a través de sicarios. Esta organización criminal estaba ganando cada vez más presencia por toda Europa, África y Sudamérica.

La operación denominada “Operación Escota” se llevó a cabo en aguas territoriales italianas en donde se consiguió abordar por distintas policías europeas una embarcación cuando portaba más de 3.000 kilos de hachís.