Hostilidades sobre la mesa

Como se esperaba después de dos semanas de negociaciones fallidas, la X legislatura en Andalucía arrancó con bronca y “violencia dialéctica” en un claro y temido adelanto de lo que pueden ser los próximos cuatro años.

17 abr 2015 / 10:14 H.

 

El Parlamento andaluz quedó constituido con el socialista Juan Pablo Durán como presidente  elegido con los únicos votos de su partido, y sin que se produjera acuerdo entre los cinco grupos para la constitución de la Mesa. Compuesta por 7 miembros, cuenta con 3 representantes del PSOE y los otros 4 grupos, PP, Podemos,  Ciudadanos e IULV-CA, tienen uno cada uno.

Además del presidente, el PSOE andaluz cuenta con la vicepresidencia primera, ocupada por Teresa Jiménez (Granada), y con la secretaría primera, por Verónica Pérez (Sevilla); el PP, con la vicepresidencia segunda, en manos de Esperanza Oña (Málaga); Podemos, con la vicepresidenta tercera, que ocupa Juan Ignacio Moreno (Sevilla); Ciudadanos, con la secretaría segunda, para Julio Díaz (Huelva), e IULV-CA, con la secretaría tercera, para José  Antonio Castro (Málaga). El momento más convulso se produjo con la elección de los secretarios. El PP reclamó desde un principio dos puestos en la Mesa  y, durante las votaciones, propuso como candidatos para la Presidencia de la Cámara, a Manuel  Andrés González; a Esperanza Oña para una de las vicepresidencias —puesto que finalmente obtuvo—, y para una de las  secretarías, a Patricia del Pozo. Aunque el nombre propuesto por los “populares” para la secretaría fue el  segundo que más votos reunió después del socialista, el presidente de la mesa de Edad, Luis Pizarro (PSOE), determinó que  no le correspondía porque, en virtud al artículo 36 del Reglamento,  todos los grupos tienen que tener representación en la Mesa de la  Cámara y un miembro más del PP suponía dejar fuera a IU.

El portavoz del grupo “popular” expresó el desacuerdo de su partido y protagonizó un tenso rifirrafe con Pizarro por lo que consideró un “atropello a la  democracia y a la voluntad de las urnas”.

Esta es la segunda vez en la historia de la autonomía andaluza que  no se produce acuerdo entre los grupos sobre la composición de la  Mesa de la Cámara. Ya ocurrió en la IV legislatura, en 1994, cuando Diego Valderas fue elegido presidente con los votos de su formación, IULV-CA, y del PP, en un Parlamento en el que el PSOE fue el partido con más diputados, pero sin mayoría absoluta. La sesión constitutiva del Parlamento de la X legislatura se inició con la conformación de la Mesa de Edad, presidida por Luis  Pizarro, al ser el parlamentario de más edad. Lo acompañaron, como  secretarios, los dos diputados más jóvenes, la onubense María Márquez y José Latorre (Jaén), también del PSOE-A.

Tras la elección de los 7 miembros de la Mesa y su posesión de los cargos, los diputados electos siguieron su ejemplo uno por uno, bien jurando o prometiendo el cargo y el acatamiento del Estatuto de Autonomía y de la  Constitución. En su discurso ante el hemiciclo, Durán hizo un llamamiento al diálogo entre los partidos y a la necesidad de  buscar “espacios de acuerdo en beneficio” de los andaluces. Indicó que el hecho de que la Cámara cuente con cinco grupos  parlamentarios es una “expresión de la pluralidad de la sociedad  andaluza, de su riqueza y de la diversidad”. Y se mostró convencido: “Sabremos estar a la altura  de los retos que tenemos por delante”. En esta décima legislatura, el Parlamento cuenta con 64 caras nuevas el equilibrio de sexos, con 55 hombres y 54 mujeres entre sus 109 diputados. Percibirán un mínimo de 3.820,29 euros mensuales.