Adiós a la más Grande

Poseedora de una personalidad arrebatadora, la aristócrata con mayor número de títulos nobiliarios del mundo, según el libro Guinness de los récords, María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, decimoctava duquesa de Alba, falleció, ayer, a los 88 años de edad. Rodeada de su actual marido Alfonso Díez, de sus seis hijos, además de sus nietos y amigos, la más “Grande de España” exhaló su último aliento en su domicilio, el palacio hispalense de Dueñas, donde se encontraba desde que fue trasladada “por expreso deseo de la paciente y de sus familiares” desde el Hospital Quirón Sagrado Corazón de la capital andaluza, en el cuya Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) fue ingresada, el domingo, en situación de insuficiencia respiratoria secundaria a neumonía de la comunidad, asociada con arritmia cardiaca y repercusión hemodinámica.

21 nov 2014 / 10:42 H.

La repercusión de su deceso no solo se evidenció en las redes sociales, donde, por ejemplo, se convirtió en “trending topic” en Twitter, sino que el Ayuntamiento sevillano, que decretó un día de luto, se vio obligado a aplazar el cierre de la capilla ardiente en la que se instaló el féretro de la duquesa por las miles de personas que quisieron brindarle el último adiós.
vida. María del Rosario Cayetana Alfonsa Victoria Eugenia Francisca Fitz-James Stuart y de Silva nació en el Palacio de Liria, en Madrid, el 28 de marzo de 1926 y, al estallar la Guerra Civil, se exilió en Londres junto a su familia. Sin embargo, no pudo evitar la sombra de la contienda y, tres años después, vivió el estallido de la II Guerra Mundial y sus posteriores efectos sobre Gran Bretaña. De vuelta a España, y siguiendo el consejo de su padre, se casó en primeras nupcias con el aristócrata Pedro Luis Martínez de Irujo y Artazcoz, hijo de los duques de Sotomayor. El enlace, que tuvo gran repercusión social, se celebró en Sevilla el 12 de octubre de 1947.

Tras la muerte de su padre, en 1953, Cayetana heredó el Ducado. De su matrimonio con su primer marido, nacieron seis hijos: Carlos, duque de Huéscar, que, como primogénito, heredará el principal título de la familia; Alfonso, duque de Aliaga; Jacobo, conde de Siruela; Fernando, marqués de San Vicente del Barco; Cayetano, conde de Salvatierra; y Eugenia, duquesa de Montoro.

Seis años después de la muerte del duque de Sotomayor, en 1972, Cayetana volvió a contraer matrimonio con el exsacerdote jesuita Jesús Aguirre y Ortiz de Zárate, lo que levantó una gran polémica entre la aristocracia española. Este falleció en Madrid el 12 de febrero de 2001 y, diez años más tarde, también rodeada de controversia y con el rechazo inicial de sus hijos, el 5 de octubre de 2011, la duquesa se casó, por tercera vez, con el funcionario Alfonso Díez Carabantes.

En julio de 2011, la duquesa de Alba procedió al reparto anticipado de su herencia entre sus seis hijos por medio de una donación escriturada ante un notario de Madrid. A través de ella, pasaban a ser titulares registrales de sus bienes. No obstante, Cayetana los siguió gerenciando y administrando.

Aunque muy querida por numerosos españoles, la más “Grande de España”, con 20 condados, 18 marquesados, 5 ducados y 14 menciones con Grandeza de España, entre otros títulos, también fue duramente criticada por la situación laboral en sus cortijos, la elevada cuantía de sus “prebendas” y las millonarias subvenciones que recibió de la Unión Europea.
El funeral de la duquesa de Alba será oficiado, a las doce del mediodía, en la Catedral hispalense. Lo presidirá monseñor Carlos Amigo Vallejo y contará con la presencia de la Infanta Elena, en representación de la Casa Real, y del ministro de Defensa, Pedro Morenés, entre otras altas autoridades. Tras la incineración del cuerpo, una parte de las cenizas de Cayetana se depositará en una capilla lateral del santuario de la Hermandad de los Gitanos, a la que pertenecía la duquesa, y el resto en el panteón de la Casa de Alba, en Madrid.

Una única visita al Ducado de Arjona

Cayetana de Alba fue la cuarta duquesa de Arjona. Un título vitalicio, de Grande de España, concedido por el rey Juan II de Castilla a su primo Fadrique Enríquez de Castilla y Castro, en 1423. “El Ducado de Arjona es más antiguo que el de Alba, que fue concedido, en 1472, por Enrique IV a García Álvarez de Toledo”, puntualiza Javier Sánchez Camacho, exalcalde de Arjona y actual gerente de ISE.

Tras recibir el título de duque de Arjona, Fadrique Enríquez de Castilla adoptó el nombre de Fadrique de Arjona. El Ducado le fue confiscado al primer duque poco antes de su muerte por sus rebeldías y revirtió en la Corona. En 1430 volvió a ser concedido por el mismo rey Juan II de Castilla a Fadrique de Aragón y, de nuevo, confiscado por el monarca. A partir de ahí, desde finales de la Edad Media, el Ducado de Arjona siempre perteneció a la Corona de Castilla y, más tarde, a partir de Juana la Loca, a la de España. Sánchez Camacho recuerda que el Ducado llevaba adscrito el Señorío de Arjona, “pero las Cortes de Cádiz suprimieron los señoríos en 1812”. Al suprimirse estos, el Ducado siguió sin tierras, por lo que la duquesa de Alba carecía de propiedades en Arjona. De hecho, quien no las tiene es su hijo Cayetano Martínez de Irujo, quien, el 15 de mayo de 2013, heredó de su madre el Ducado de Arjona y es el actual duque.

Pero antes de esto, tras ese “impasse” de siglos integrado en la Corona, en 1902 el Ducado fue de nuevo rehabilitado con carácter hereditario por el rey Alfonso XIII a favor de Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, decimoséptimo duque de Alba y descendiente directo de Beatriz Enríquez de Castilla, que era hermana de Fadrique, el primer duque de Arjona, y heredera de sus estados, quien casó en segundas nupcias con Pedro Álvarez Osorio, primer conde de Lemos.

Jacobo Fitz-James Stuart no solo fue duque de Alba, sino tercero de Arjona al aprovechar su amistad con Alfonso XIII que le rehabilitó el título y, con ello, ostentó el ducado más antiguo de Castilla, honor que realmente tiene el de Medina Sidonia. Jacobo transmitió el título a su hija, Cayetana Fitz-James Stuart, duquesa de Alba, quien, pese a su amor por Andalucía, solo acudió una ocasión a Arjona, para una inauguración.

Visita. El 10 de junio de 2008, la duquesa de Alba visitó el municipio. Lo hizo invitada por el Ayuntamiento, que en esos momentos lo regía José Puentes, para inaugurar el aljibe almohade, reconvertido en museo y que, con el paso de los siglos, siempre estuvo en uso hasta su nuevo cometido. La visita de la duquesa resultó un revulsivo para la ciudadanía. Fue la única vez que pisó su Ducado. Ayer, el alcalde de Arjona, Juan Latorre, envió un telegrama de pésame a la familia. También la Hermandad de la Amargura de Jaén, transmitió en las redes sociales las condolencias de la que fue hermana de honor de la hermandad desde noviembre de 1997. Cayetana donó a la Virgen un broche de su propiedad.