El juez procesará por agresión sexual a los detenidos en Pamplona

Su señoría establece en el auto una fianza de 500.000 euros a los encarcelados por unos hechos de “extrema gravedad”

    10 ago 2016 / 10:30 H.

    El juez procesará por cinco presuntos delitos de agresión sexual y otro presunto delito de robo con violencia o intimidación a los cinco encarcelados, todos ellos naturales de Sevilla, por la supuesta violación de una joven de 18 años la madrugada del pasado 7 de julio en Pamplona.

    El magistrado tomará declaración a los procesados el 2 de septiembre por el sistema de videoconferecia desde los respectivos centros penitenciarios. En el auto de procesamiento, que puede ser recurrido ante la Audiencia de Navarra, el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona impone a los cinco encausados una fianza de 500.000 euros, adecuada, sin perjuicio de su determinación final, a las circunstancias de “unos hechos de extrema gravedad, ejecutados en grupo y de manera reiterada, con múltiples penetraciones”. Según informó el Tribunal Superior de Justicia de Navarra, para la concreción del relato de hechos y valoración de los indicios de criminalidad, el juez ha tenido en cuenta principalmente las declaraciones de la víctima, coincidentes con el resultado de los análisis de las evidencias biológicas obtenidas, el visionado del vídeo realizado por los propios procesados y los datos obrantes en el atestado inicial elaborado por la Policía Municipal de Pamplona y sus posteriores ampliaciones. Sobre las tres de la madrugada del día 7 de julio, según relata en la resolución, el procesado J. A. P. M. inició una conversación con la joven en la Plaza del Castillo. Él y sus cuatro amigos, J.E. D., A. J. C. E., A. M. G. E y A. B. F., la acompañaron hacia el coche en donde ella tenía la intención de dormir.

    en un portal. En el camino, aprovechando que estaba abierto el portal número 5 de la calle Paulino Caballero, del que J.A.P.M. mantuvo sin cerrar la puerta exterior, que había sido abierta con ocasión del acceso de una vecina del inmueble, agarraron a la joven “por las muñecas y la obligaron a entrar, rodeándola, y, valiéndose de su superioridad física y de la imposibilidad” de ella “para solicitar auxilio u oponerse a sus pretensiones, la sujetaron y obligaron a realizar y a realizarles” varios y distintos actos sexuales.

    Mientras tanto, según expone el juez en el auto, A. M. G. E. “grababa además con su teléfono móvil los hechos con el consentimiento de los demás, que se dirigieron en varias ocasiones a la cámara”.

    Después se apoderaron del teléfono móvil que la víctima llevaba en su riñonera y abandonaron el portal dejando dos tarjetas de memoria del teléfono y la funda. En cuanto pudo vestirse, la joven salió al exterior y se puso a llorar hasta que dos desconocidos la atendieron y llamaron a la policía cuando ella les dijo que había sido agredida sexualmente. Relató de inmediato lo sucedido a los agentes de la Policía municipal, a los que dio los datos identificativos de los autores, lo que permitió su localización en la plaza de toros a la finalización del encierro y su posterior detención.

    El juez considera que estos hechos están tipificados en el Código Penal como cinco delitos de agresión sexual con penetración o violación en los que aparecen como autores los cinco procesados “cada uno en relación con el ejecutado personalmente y como cooperadores necesarios respecto a los ejecutados por el resto”, así como de un delito de robo con violencia o intimidación.

    En los hechos, que se ejecutaron de forma colectiva, concurren, según el magistrado, tres circunstancias agravantes: un trato degradante o vejatorio —se aprecia en la grabación “cómo los procesados se reían de la víctima siendo además una vejación adicional el mero hecho de la grabación”—, una “actuación conjunta de varias personas” y el hecho de que la víctima “era especialmente vulnerable, tratándose de una chica de 18 años que estaba sola”.