El rojo envuelve el singular desfile de la Humildad por el casco antiguo

La procesión del Jueves Santo es un momento especial en la Pasión alcalaína. El desfile estuvo marcado por el color rojo, combinado con el blanco, con el que salen a la calle los penitentes de la Humildad. También cubrieron el recorrido el Ecce-Homo y los Apóstoles.

    17 abr 2014 / 22:00 H.


    Tres cofradías alcalaínas protagonizaron el Jueves Santo, con la Muy Antigua Hermandad del Señor de la Humildad y María Santísima de los Dolores, que sacó  las dos imágenes que le dan nombre. El acompañamiento musical corrió a cargo de la Agrupación Musical Dulce Nombre de Jesús. No faltaron a su cita las habituales mantillas, así como los penitentes y los devotos en general.  
    Las otras dos hermandades implicadas en la convocatoria fueron las del Ecce-Homo y Jesús en la Columna, que exhibió a su titular, flanqueado por hermanos y los habituales sayones, así como la música de la cuadrilla de trompetas y tambores, con su peculiar sonido. Llegaron hasta la iglesia de Consolación, lugar de salida y llegada del desfile, procedentes de la casa de la hermana mayor, María del Carmen Vega, situada en la calle Abad Palomino (de la Peste). Igualmente, acudieron los componentes de la Hermandad de Penitencia de los Apóstoles y Discípulos de Jesús, que previamente habían participado en una misa en la iglesia de las Angustias y habían trasladado la mesa desde la vivienda del hermano mayor, ubicada en Ramón y Cajal (Caridad).
     La procesión conjunta discurrió por el casco antiguo, en concreto por las calles Real, Martínez Montañés (Llana), Miguel de Cervantes (de los Caños), Álamos y El Llanillo. En este lugar, como ya ocurrió el Domingo de Ramos y el Martes Santo, la comitiva pasó ante la pequeña tribuna.
    La celebración cristiana llega hoy a su jornada culminante en la que hay tres procesiones. La primera, con salida a las once de la mañana desde Consolación reúne a las cofradías del Dulce Nombre de Jesús, los Apóstoles, el Ecce-Homo y el Gallardete. El desfile destaca por la representación de los pasos. Pasadas las ocho de la tarde se funden en un desfile común del Santísimo Cristo de la Salud y de Nuestra Señora de las Angustias, con el encuentro en la confluencia entre las calles Veracruz y Angustias. A medianoche, el Yacente y la Virgen de la Soledad atraen la atención en la sencilla procesión del Santo Entierro o el Silencio.