Una residencia de cinco estrellas

Inauguración oficial del centro de Aspramif para “gravemente afectados”

28 mar 2017 / 11:02 H.

En 2003, cuando Aspramif comenzó a recorrer el camino que desembocó ayer en la inauguración oficial de la residencia que lleva su nombre en El Bulevar, su presidente, Ricardo Rocío, ni siquiera estaba en España. Vivía por aquel entonces en Alemania —recordó ayer— y no imaginaba lo que tendría que luchar, junto a la directiva y a los voluntarios de la asociación, para que en Jaén hubiera un centro para atender a personas gravemente afectadas por una discapacidad física y/u orgánica.

Recorriendo los enormes pasillos de este edificio de dimensiones XXXL, en el que se han invertido 3,8 millones de euros de los que el 98% han sido financiados a través de la casilla del 0,7% del IRPF para ayudar a organizaciones no gubernamentales (ONG) y a entidades sociales, el presidente de Aspramif recuerda las batallas durante la construcción: “¡Me he dejado las ruedas!”. El proyecto era una residencia para “gravemente afectados”. Pero indica: “En los planos, muchas cosas eran la mitad y los baños daban risa”. A pesar de la existencia de normativas de accesibilidad, lamenta: “Se trabaja sobre unos mínimos y las personas no vivimos sobre mínimos”.

El resultado de un esfuerzo ingente, de la equis de miles de contribuyentes en la llamada “casilla de la solidaridad” del IRPF, que gestiona el Estado, y del apoyo del resto de administraciones es una residencia para 24 personas y una unidad de estancia diurna con 20 plazas que, por las prestaciones que ofrece, por la tecnología puntera con la que cuenta para las terapias y por las condiciones de habitabilidad, es comparable a “un hotel de cinco estrellas”. Al menos, así describe las instalaciones la educadora del centro y vicepresidenta de Aspramif, Juana María Olivares. “No es un centro normal. Cumple más de las expectativas exigidas desde el principio”, sentenció Rocío durante la inauguración de un centro que abrió sus puertas el 1 de febrero del año pasado, gracias a un convenio suscrito entre Aspramif y la empresa Entrepinares del Mercadillo. “Solos no podríamos gestionarla”, indicó a este periódico el presidente de la asociación. De hecho, confesó que sobrevivir en este tiempo fue un “pequeño milagro”: “Estuvimos dos veranos a punto de irnos al garete”. Superados escollos y reveses, la residencia de Aspramif es, hoy por hoy, un recurso único en Andalucía oriental. Cuenta con 9 habitaciones individuales y 5 triples de dimensiones “espectaculares” y la “grúa puede entrar en cualquier baño”, lo que da cuenta de sus tamaños. La accesibilidad no solo es absoluta. Entroncando con la filosofía de Aspramif, la residencia está pensada para que “cualquier persona tenga las mismas opciones y oportunidades con el fin de que pueda llevar una vida plena y autónoma”. Y, para conseguirlo, se sirve de tecnología domótica.

“Son unas instalaciones concebidas para que los usuarios tengan calidad de vida y para que reciban un servicio humano”, destacó a este periódico Isabel García, directora de la residencia “Virgen de la Cabeza”, que Entrepinares gestiona en Andújar. Pero —como remarcó Rocío— el centro no solo está pensado para que residan personas con discapacidad. Quiere ser un nicho de empleo para que también puedan trabajar en él. Y apuntó: “¡Ya vamos por 3 empleados!”. “Discriminación positiva, sí, pero —aclaró— en igualdad de condiciones, primando la cualificación, la capacidad y tras un proceso de selección”.

Materializado el sueño de verla funcionar y con los servicios de hidroterapia y fisioterapia “marchando a toda vela”, el secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Mario Garcés, valoró: “Tenemos una oportunidad para que Jaén se convierta en lugar de referencia para la atención de las personas con discapacidad”. La inauguración contó, además, con la presencia del secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya; la delegada de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Teresa Vega; el vicepresidente segundo de la Diputación, Manuel Fernández; el alcalde de la capital, Javier Márquez, y el presidente de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe), Anxo Queiruga.