Una plataforma “echa a volar” y causa daños en la Catedral

El viento arrancó la plataforma que se colocó para que saliera el paso del Señor de la Piedad en el viacrucis del Miércoles de Ceniza. La estructura metálica salió volando y chocó con uno de los conocidos pinetes de la Catedral de Jaén. Tan duro fue el golpe que lo partió por la mitad. Francisco Juan Martínez Rojas, es vicario general y dean de la Catedral: “Hacía muchísimo viento. Esta mañana —por ayer— iba por la calle Campanas y te tiraba para atrás. Esto ha hecho que la plataforma que colocó la Agrupación de Cofradías para que saliera la procesión del Miércoles de Ceniza, saliera literalmente volando. Ha chocado con un machón y lo ha partido. Nada más”.

Pese a que se trata de una pieza de la Catedral —una joya renacentista que aspira a ser Patrimonio de la Humanidad— y duele verla rota, el deán de la Catedral destaca lo que realmente es importante: “Menos mal que no le ha dado a una persona porque podría haber sido posible en la Plaza de Santa María a esa hora de la mañana. Viendo lo que ha hecho con el machón, la podría haber matado. En definitiva, no es más que una piedra. Se arregla y ya está. Hemos visto cómo ha quedado y nos han dicho que hay que meter un vástago de hierro en el interior y unir las dos partes. Se hace, se repara y listo”.

Francisco Juan Martínez Rojas aclara que las plataformas para que salgan los pasos de las cofradías son nuevas. “Se han hecho con menos peso para facilitar su instalación. Se colocaron esta misma mañana —por ayer— con la mala fortuna de que el viento ha hecho que salieran volando. La Agrupación de Hermandades y Cofradías de Jaén, que es la propietaria de las rampas, cuenta con un seguro, que es el que se hará cargo de la reparación. Se ha dado parte y no hay que dramatizar más”, señala el deán.

Asimismo, concluye: “Las rampas se volverán a colocar el Miércoles Santo para que salga la Cofradía de la Buena Muerte. En ese caso, esperamos que haga mejor tiempo. En cambio, lo que haremos será situarlas en la lonja y, cuando vaya a salir la cofradía, se ponen. Una vez que salgan los pasos, se quitan y ya está”. De todos modos, la Catedral de Jaén lleva siglos ahí y bien conoce de lo que es capaz el viento de la capital. “Recuerdo que, en 2000, era la exposición del Jubileo. Hubo un día de muchísimo viento que hizo que se abrieran de par en par las puertas de la Catedral. Nos llevamos un gran susto por la impresión de ver de lo que era capaz el viento de Jaén”, describe el dean. También hay crónicas que describen un hecho similar en 1959, en el que, otra vez, el viento logró abrir las puertas de la joya de Andrés de Valdelvira y hasta se cuenta que hasta sonaron los tubos del órgano. Esta vez, la cosa no ha llegado a tanto. Más bien, ha sido un cúmulo de circunstancias, como que las plataformas pesan menos que antes y que una racha se metió debajo y consiguió elevarla para que chocara contra uno de los pinetes. Y, como bien dice el deán, la piedra se puede arreglar para que quede exactamente igual que estaba. En cambio, a nadie escapa que la cosa podría haber sido mucho peor. Con tanta gente por allí, que no le haya dado a nadie tal vez no sea un milagro, pero suena a intervención divina.