Una parte de la aceituna robada ya había sido recogida

La Guardia Civil se vuelca “al completo” para vigilar el campo jiennense

23 nov 2016 / 12:12 H.

En la pasada campaña, los agricultores jiennenses denunciaron el robo de 615.529 toneladas de aceituna. Una cantidad más que considerable y que supone un problema más, sino el principal, al que se enfrentan los olivareros de esta tierra. Sin embargo, hay un dato de esta estadística oficial que llama muchísimo la atención. Y es que, en muchos de estos casos, los ladrones no se esforzaron mucho por conseguir el botín. No tuvieron que poner manteos, ni dar miles de palos a los olivos ni cargar pesadas espuertas. Nada de eso. Lo único que hicieron los amigos de lo ajeno es localizar las partidas de aceituna que sus dueños ya habían recogido y que, por diversas circunstancias, se dejan en el campo hasta que se llevan a la almazara al día siguiente. Casi una quinta parte de las aceitunas sustraídas en la anterior campaña —casi 110.000 toneladas— ya habían sido recolectadas y estaban listas para ser molturadas. “Os pedimos que transmitáis a los olivareros que no hay que dar tantas facilidades. No hay que fiarse de dejar la aceituna ya cogida en las fincas, porque los ladrones lo saben aprovechar”, pidió ayer el comandante Francisco José Lozano, jefe de Operaciones de la Guardia Civil, a los representantes de las principales organizaciones agrarias de la provincia. Lo hizo durante la presentación del dispositivo de prevención de los hurtos, en el que participarán más de 1.000 agentes de diversas unidades. “No vamos a escatimar esfuerzos ni medios para luchar contra los delitos en los tajos”, sostuvo.

Y es que la Comandancia ha implicado a todos los componentes de los puestos de Seguridad Ciudadana, del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), del Subsector de Tráfico, de la Unidad Orgánica de Policía Judicial, del Grupo de Información y Unidad de Seguridad Ciudadana (Useci). En la presente campaña también continuará, como años anteriores, en las labores de vigilancia el Servicio Aéreo, el Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) de Sevilla y el Escuadrón de Caballería de la Guardia Civil, con base en Madrid. Volverá a ser habitual encontrarse por los olivares de la provincia a guardias civiles a caballo, que llegan hasta las zonas más abruptas de la provincia.

El comandante Lozano reiteró que hay dos “puntos calientes” dentro de un mapa que no es nada frío mientras dura la recolección. Se trata de las zonas de influencia de Baeza y Martos. Precisamente, en esas comarcas se ubican las dos compañías en las que existe un grupo específico para los delitos que se comenten en el campo, los llamados Equipos ROCA, acrónimo de robos en el campo. Allí, los hurtos denunciados están por encima de la media provincial, por lo que el control será mayor.

Lógicamente, la Guardia Civil tiene claro que es imposible vigilar directamente los más de 60 millones de olivos con los que cuenta la provincia, repartidos por unas 75.000 explotaciones. ¿Cómo se establece, entonces, el dispositivo? La intervención del Instituto Armado se centrará en el transporte de la aceituna, la inspección de los puntos de compra y de las almazaras para comprobar la procedencia de la aceituna recibida. Cada kilo que se mueva de un lado a otro tendrá que estar avalado por la documentación necesaria. La Benemérita se fijará mucho en las entregas de fruto que se hagan en las fábricas. Resultaría sospechoso que un olivarero con apenas 500 olivos llevara miles y miles de kilos a molturar.

No obstante, los ladrones también se profesionalizan. De hecho, en la pasada campaña, ya se detectaron casos en los que los amigos de lo ajeno falsificaron la llamada “guía conduce” y las autorizaciones que debe dar el propietario de toda finca para que le recojan la aceituna.

Por todo ello, el comandante Lozano recordó que la seguridad es tarea de todos: “Hay que evitar que los ladrones tengan la oportunidad de llevarse lo que no es suyo”, dijo de forma muy explícita. Así, recordó unos consejos de autoprotección, como no dejar la aceituna recolectada o los utensilios en el exterior de las instalaciones, iniciar la recolección por las zonas más próximas a los caminos y carreteras y controlar toda la maquinaria empleada —hacerles fotografías es una buena opción—. Además, existe un consejo fundamental: denunciar cualquier actividad sospechosa o movimientos extraños de personas o vehículos. “Cuanta más información tengamos, mucho mejor”, concluyó, a modo de resumen, el responsable de la Comandancia.

La Guardia Civil consiguió recuperar un tercio de la aceituna robada durante la pasada campaña. Se llevó ante los tribunales de Justicia en calidad de detenidos o investigados a 156 personas, lo que supone un número superior al de años anteriores. Además, se inspeccionaron más de 300 almazaras de toda la provincia. Y es que, como recuerda la Guardia Civil, a la aceituna solo se le puede sacar beneficio si se vende a una fábrica para su transformación en aceite.