Una ola de calor abrasará la provincia hasta el próximo lunes

Julio se despidió y con él se va un mes para recordar en cuanto a las temperaturas se refiere. Más que verano ha parecido primavera, tanto por las máximas como por las mínimas. Llega agosto y trae de la mano la primera gran ola de calor que sufrirá España en este estío. Jaén no se librará de este episodio de calor sofocante que arranca hoy y que dejará máximas de 45 grados y mínimas de 25 en buena parte de la provincia y se estima que no se irá del mar de olivos hasta dentro de una semana al menos. De hecho, la Agencia Española de Meteorología (Aemet) anuncia que la ola de calor se alargará, al menos, hasta el próximo lunes.

La provincia se convertirá en un horno con el que se pone fin a un mes que muchos han calificado de idílico, con hasta seis grados menos de media que el verano pasado por estas mismas fechas. De hecho, el de este año resultó ser el mes de julio más fresco por lo menos en un lustro. Ha hecho calor, pero nada fuera de lo común para lo que es el verano en Jaén. Ya lo anunció la propia Aemet cuando dio a conocer sus predicciones. Una situación que, sin duda, sirve de alivio a miles de jiennenses que todavía recuerdan con pavor las abrasadoras y continuas olas de calor sufridas el pasado año. Como muestra, un dato. El 13 de julio del año 2017 fue el día en que se batieron todos los récords históricos de temperatura, al superarse en varios puntos de la provincia los 44 grados centígrados. Otra estadística más que retrata el infierno en que se convirtió Jaén en el pasado verano. En doce de los treinta y un días de julio de 2017, el termómetro superó los 40 grados y en diecinueve jornadas estuvo por encima de los 38. Por las noches también fue muy complicado conciliar el sueño, con mínimas por encima de los 20 grados. Lo dicho: abrasador.

La situación contrasta con lo que se está viviendo este año. Un verano que ha supuesto un alivio y que muchos califican de “idílico”. Hasta ahora, solo el lunes 9 de julio se superaron los 40 grados centígrados en la capital jiennense. En todos los demás días ha hecho calor, pero ha sido muy soportable. Incluso, algunas noches ha hecho fresco y fue necesario echarse una sábana por lo alto para no pasar frío. Ocurrió los días 12 y 14 de julio, cuando la estaciones meteorológicas de la capital midieron trece grados centígrados.

No obstante, lo bueno se acaba desde hoy. Llega la temida ola de calor y parece que está aquí para quedarse varios días. Se registrarán temperaturas máximas de hasta 45 grados. Las mínimas también van a ser muy altas y se espera que en el suroeste los termómetros no bajen de los 25 grados por la noche. La causa de esta “ola de calor intensa” está en la confluencia de tres factores. En primer lugar, el anticiclón de las Azores se acerca a la Península, lo que provoca que en las capas altas de la atmósfera se coloque una dorsal, es decir, una masa de aire muy cálida y estable. En segundo lugar, esta dorsal deja cielos completamente despejados, con el sol arreciando con fuerza todo el día y, al no haber corrientes de aire, la masa “se estanca”. Es como sufrir “una situación de mucho calor sin ventilador”. Y, para rematar, llega una masa muy cálida de aire africano procedente del sur por la mitad occidental peninsular.

Para que se dé el umbral que origina este episodio de calor intenso tienen que registrarse tres condiciones: temperaturas extremas superiores en un 5 por ciento a la media histórica, que afecten al 10% de las estaciones del país y que dure al menos tres días. Según recoge el estudio sobre este fenómeno de la Aemet, desde 1975 solo ha habido 10 veranos sin olas de calor, los últimos en 2014, 2010, 2002 y 2000. Desde 1975, se han registrado un total de 56 en Península y Baleares y 37 en Canarias. El año 2017 fue el que más olas de calor hubo, hasta cinco, seguido de 1991 y 2016 con cuatro, según el documento, que subraya que la “más importante” de las registradas en Península y Baleares se produjo en 2015 y duró 26 días. Dos olas de calor se sucedieron el pasado año en el mes de julio en la provincia jiennense.

Esta situación sofocante persiste hasta el domingo. El martes parece que bajan un poco las temperaturas por el noroeste, pero aún es pronto para dar por remitida la ola de calor ese día. De momento, también es pronto para saber si los avisos llegarán al nivel rojo, el máximo en una escala de tres en el que el amarillo es el más bajo —no hay riesgo para la población en general aunque sí para alguna actividad concreta—; el naranja, el intermedio —riesgo importante por fenómenos meteorológicos no habituales y con cierto grado de peligro para las actividades usuales— y el rojo —riesgo extremo, con fenómenos infrecuentes de intensidad excepcional y con un nivel de riesgo para la población muy alto—.

¿Este calor será algo puntual o supone el fin de un atípico verano fresco? Las predicciones estaciones apuntan a un agosto más caluroso de lo normal, por lo que es posible que haya llegado un cambio de tendencia, al menos en lo que se refiere a la primera quincena del mes. No se puede hacer una predicción a más largo plazo.

Las autoridades aconsejan protegerse del sol, estar permanentemente hidratado, ingerir líquidos con frecuencia y prestar especial atención a los colectivos considerados de riesgo, es decir, a los mayores y a los niños.