Una campaña histórica de ingresos

Los olivareros aprovechan la bonanza para invertir en modernización del campo

15 jun 2017 / 12:00 H.

Jaén se prepara para hacer historia con la venta de su aceite de oliva. El Consejo Oleícola Internacional (COI) —después de la reunión de su comité asesor— confirma que España, primer productor mundial de aceite de oliva, ha sufrido una caída de producción del 8,7%, respecto a la campaña anterior. Lo mismo ha sucedido en otros países aceiteros importantes como Italia, Grecia, Portugal y Túnez, siendo especialmente relevante Italia con una disminución superior al 60%. Consecuentemente, se ha concluido que la campaña finalizará con una producción mundial un 20% inferior respecto a la del año pasado, lo que ha derivado en las menores disponibilidades de aceite de oliva para la comercialización registrada desde que existen datos del COI.

En cambio, esto ha hecho que Jaén se encuentre con una cosecha media en un entorno en el que no existe producto, lo que ha tirado del precio hacia arriba. Si se tiene en cuenta que España dispone de un precio medio de 3,60 euros por kilo y una cosecha de 1.400.000 toneladas, se estima que el valor de la producción de aceite de oliva alcanzará los 5.000 millones de euros, una cantidad histórica y que nunca antes se había alcanzado. Aquí Jaén sale tremendamente beneficiada, ya que logrará más de 2.000 millones de euros solo en la venta de su aceite de oliva, ya que representa el 40% de la cosecha española. Además, a esta cantidad se le han de añadir los alrededor de 400 millones de euros en los distintos tipos de ayudas que vienen de la Política Agraria Común (PAC), por lo que el campo de Jaén puede alcanzar una rentabilidad cercana a los 2.500 millones de euros cuando acabe la campaña. “Más allá de las cifras, se trata de un dinero que sirve para revitalizar el campo. Los agricultores saben que se trata de una cuestión coyuntural y que hemos pasado años complicados, por lo que se afanan en abaratar los costes. En cambio, sí que vemos que ahora se pueden poner riegos, mejorar las plantaciones o invertir en un pequeño tractor para mejorar la eficiencia”, manifiesta el vicepresidente de la Federación Española de Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva), Francisco García. Habrá que ver cómo se presenta el tramo final de la campaña de comercialización, pero existe una creencia unánime en el sector agrícola: Ha sido un año muy positivo.

La entrada del aceite portugués

Los operadores saben que puede haber tensiones en la recta final de la etapa de comercialización. Habrá poco producto en España y la venta se mantiene fuerte. De ahí que se mira con atención la cosecha portuguesa. La mayoría es arbequina, por lo que se coge antes y los primeros aceites llegan en noviembre.

Un valor de la producción poco habitual

Si Jaén materializa los 2.000 millones de euros por su aceite de oliva, estará casi 400 o 500 millones por encima de lo que resulta habitual. De hecho, los aforos que hacía la Consejería de Agricultura para anteriores campañas —con buena producción— estimaba alrededor de 1.600 millones de euros.

El aceite se vende un 25% más caro

El secreto de la buena rentabilidad no está en la cosecha, que se mueve en parámetros medios, sino en la buena evolución de la cotización. Los operadores pagan el producto un 25% más caro, lo que beneficia a los agricultores. Sin duda, una cosecha que mueve la economía de la tierra del “mar de olivos”.

Se busca más estabilidad en la cotización

Fabricantes y productores coinciden en que hay que apostar por una mayor estabilidad en la cotización. Por eso, insisten en que la Unión Europea debe regular unas condiciones en el que se puedan intervenir los mercados para evitar los “picos de sierra”, que no favorecen ni a los que compran ni venden aceite.