Un protagonista inesperado

No estuvo de cuerpo presente. Pero, un año después de dejar la Alcaldía en manos de Javier Márquez en su carrera al Congreso, José Enrique Fernández de Moya volvió al pleno del Ayuntamiento. Lo hizo de forma inesperada. Por la vía de urgencia con la que se incluyó en el orden del día —y se debatió, después— la adhesión de la entidad local a una nueva apertura del Fondo de Ordenación para el pago de sentencias judiciales firmes, y por las alusiones continuas a su reciente nombramiento como secretario de Estado de Hacienda.

Con el apoyo de los ediles no adscritos Víctor Santiago e Iván Martínez y la abstención de la también no adscrita Salud Anguita, del PSOE y de Jaén en Común (JeC), el equipo de Gobierno del PP sacó adelante lo que se le atragantó en agosto. La petición de un crédito —esta vez, de 2,3 millones y no de 4,4, como entonces— para liquidar las sentencias que, “por desgracia, llegan todos los meses al Ayuntamiento” y se le acumulan por falta de liquidez en las arcas municipales, lamentó el edil de Hacienda.

Manuel Bonilla señaló que se enteraron, “en conversación telefónica con el Ministerio”, de la apertura de un nuevo plazo de adhesión a este mecanismo, y esgrimió: “La posibilidad de obtener liquidez es una oportunidad que no podemos dejar pasar”. No obstante, como recordó Salud Anguita, “nadie da duros a 4 pesetas”. Y, como en agosto, la petición de ayuda va acompañada de una nueva vuelta de tuerca al plan de ajuste derivado de los pagos a proveedores. Eso sí, esta vez, destacó Bonilla: “[La modificación] cubre con creces el importe de 2,3 millones [que se solicitan]”. Según sus estimaciones, se logrará un ahorro de 4,3 millones con medidas como el aumento de la recaudación catastral por la ampliación de suelos urbanos y urbanizables en el nuevo PGOU, el impulso de la eficiencia energética, a través del desarrollo de la iniciativa DUSI, o la futura licitación del mantenimiento conjunto de los ascensores. El hecho de que ayer no estuvieran incluidas en el listado sentencias sobre las que la oposición receló en agosto, como los 1,2 millones en facturas endosadas por Matinsreg a otra empresa y que se liquidó en septiembre, le evitó al equipo de Gobierno el rechazo de hace tres meses. Pero no la crítica a las políticas del Ejecutivo central para, supuestamente, atajar la asfixia económica y financiera del Ayuntamiento. María Dolores Nieto fue especialmente dura y, con su intervención, Fernández de Moya se coló en el pleno. La concejal de JeC lamentó que el secretario de Estado de Hacienda, conocedor en primera persona de la situación municipal, no se estrene con una “propuesta más generosa”. “En esta medida no se ve novedad. Se sigue haciendo más grande el problema”, criticó la edil, que recalcó: “La ciudad ha pagado con préstamos, privatizaciones y paro el sillón del secretario de Estado y está por ver si se va a beneficiar”. También la viceportavoz municipal del PSOE, Mercedes Gámez, cuestionó una medida de la que se desconocen plazos de apertura y cierre. “Debería haber una comunicación formal, no porque sea por una llamada o correo de quien fue alcalde y que parece que sigue guiando los designios de esta ciudad. Esto —reprochó— no es un balón de oxígeno. Es más de lo mismo”. Y acabó: “Es la reválida de Fernández de Moya. Trae el fondo de sentencias al que este pleno dijo que no”.

Las palabras de la oposición rebelaron al concejal de Hacienda, que salió presto a defender al exalcalde. Aseguró que el nombramiento de Fernández de Moya, que, mañana, visitará el Ayuntamiento como secretario de Estado de Hacienda, “es una oportunidad”, ya que se mostró convencido de que el Ayuntamiento no logrará liquidez o ayuda a través de la Junta, y lamentó la “falta de elegancia” que, a su parecer, mostraron los líderes provincial y local del PSOE el día en el que fue nombrado para el cargo, al compararlo —y le costó trabajo repetirlo— con Donald Trump.