Silencio sepulcral sobre la fecha de las próximas elecciones generales

    14 feb 2019 / 11:18 H.

    El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha querido realizar ninguna valoración al término de la votación de ayer en el Parlamento en la que los partidos de derechas y los independentistas tumbaron los Presupuestos Generales del Estado para 2019. A pesar de los intensos rumores sobre un posible adelanto electoral, el jefe del Ejecutivo prefirió guardar silencio y no ha respondido a la pregunta recurrente de si iba a anunciar ya la convocatoria de los comicios que le han formulado los numerosos periodistas concentrados a la salida del hemiciclo.

    Sánchez ya ha decidido qué va a hacer una vez, revelan a Europa Press algunas de las fuentes consultadas, pero esa decisión, que muy pocos conocen, solo se comunicará al término de la reunión habitual del Consejo de Ministros de mañana. En el gabinete hay tanto defensores de llamar a las urnas cuanto antes como detractores de la opción de celebrar las generales antes de las municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo y en pleno desarrollo del juicio a los dirigentes del “procés”. La ventaja que presenta convocar ya, según coinciden en señalar fuentes del Gobierno y del PSOE, tiene que ver con aprovechar la foto de las tres derechas (PP, Ciudadanos y Vox) en la manifestación del domingo pasado en Colón, que incomoda al partido naranja y que los socialistas perciben como un error de Ciudadanos que les pasará factura porque les aleja del centro, espacio que dejan libre para que el PSOE lo ocupe. Y también la imagen que se ha producido hoy en el Congreso de PP y Ciudadanos votando lo mismo que los partidos independentistas para tumbar los Presupuestos que el Gobierno vendió como los más sociales de la historia. Mientras, el líder del PP, Pablo Casado, tiene claro que, una vez que se convoquen elecciones generales, exigirá al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que se comprometa públicamente a no pactar con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, según señalaron fuentes de la dirección nacional del partido. Fuentes la dirección del partido morado dejan claro que no pondrán las cosas fáciles a los socialistas y que, en lo que quede de legislatura, solo apoyarán aquellas iniciativas que concuerden con sus propuestas. Es decir, no van a permitir que el PSOE les use para hacer “campaña electoral” en el Congreso.

    La relación entre Podemos y el PSOE dio un vuelco con el triunfo de la moción de censura en junio del pasado año. Si hasta entonces se había caracterizado por la tensión, el distanciamiento e incluso el enfrentamiento directo, las dos formaciones pasaron a reconocerse como principales aliados. En esta línea y, al contrario que Podemos, sus socios de Izquierda Unida apuestan por que el Gobierno aguante la legislatura “todo lo que haga falta” para seguir sacando adelante las leyes que están negociando. Así se lo ha pedido a Sánchez el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, desde la tribuna del Congreso, en su última intervención en el debate de totalidad.