Pensamiento en verde para el futuro de la provincia

La subdelegada Catalina Madueño no entiende la realidad jiennense sin tener en cuenta su vasto patrimonio natural

01 nov 2018 / 11:51 H.

No debido a un interés por la famosa marca de cerveza de los Países Bajos, sino por la provincia de la que es subdelegada del Gobierno, Catalina Madueño Magdaleno, piensa en verde cuando analiza la situación de Jaén. Se le junta el hambre con las ganas de comer. Su formación académica tiene, en sus propias palabras, “una vocación claramente ecologista y ambientalista”, por algo mira todo lo que tiene alrededor “con ojos de técnica de olivicultura y elaiotecnia, ganadería y desarrollo rural”. Además de lo aprendido en los libros y con el trabajo de campo, su carrera profesional le llevó a formar parte de Tragsa, un grupo empresarial que trabaja en sacar partido y mantener el agro y los bosques españoles, o, por ejemplo, ser la directora y conservadora del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, el mayor pulmón de Jaén, de Andalucía y prácticamente de Europa, con sus 214.300 hectáreas sin parangón en el Viejo Continente. “Jaén es una provincia verde, esta afirmación puede aplicarse a otros territorios, pero tiene un especial carisma en la nuestra”, dejó claro como carta de presentación como protagonista de una nueva edición de un desayuno coloquio enmarcado en el ciclo Diálogos “Jaén Nuevo Milenio”, una iniciativa de Diario JAÉN. El título de la conferencia de Madueño Magdaleno no dejó mucho a la imaginación, “Jaén, presente y futuro de una provincia verde”, y sus palabras sirvieron para radiografiar la realidad de los 97 municipios del mar de olivos y abrir ante los presentes las páginas de su vademécum político.

“Siempre vi verde a la provincia, en presente y futuro, con las debilidades y fortalezas que ello conlleva, pero con singularidades que permiten oportunidades de desarrollo”, razonó la subdelegada que invitó a recorrer el territorio provincial “desde un satélite”. “Tiene una profunda vocación forestal, es una superficie de alto valor ambiental por su singular y rica biodiversidad y, por tanto, desde el punto de vista del patrimonio natural en todas sus extensiones”, definió, para plantear líneas maestras para conservar esta riqueza. “El manto verde que proporciona el olivar lo podía ser más si se adoptaran prácticas de cultivo que propiciaran una cubierta vegetal protectora del suelo, algo muy importante económicamente para la explotación que tienen que proteger su capa de suelo fértil para el futuro y para evitar arrastres de suelo e inundaciones”, recordó, para insistir en su argumento, al poner sobre la mesa una realidad que, de tan presente, puede ser olvidada, “el aceite de oliva virgen extra, también verde, es sin duda el motor de la economía y empleo”. Y, aunque convencida de este potencial, dejó atisbar su interés por la diversificación de cultivos, al recordar que el hecho de que el 90% de la superficie cultivable sea para 66 millones de olivos, no tiene que hacer perder de vista realidades como la pérdida de zonas de tierra calma y huertas, en las riberas de los ríos o que la ganadería, a pesar de su “escaso peso dentro de la producción final agraria, constituye el sostén principal del paisaje forestal y la dehesa de nuestras comarcas”. “Eso, en una provincia que es un paraíso interior, como tan acertadamente se dedicó a calificar la Diputación hace 20 años, es de una importancia muy relevante”, una frase que lanzó como idea delante de responsables de las administraciones provincial y autonómica y la UJA, por si alguien recogía el guante, como la dedicada a otra forma de relación con el campo, tan propia de la Sierra Morena y El Condado jiennense: “La dehesa es un sistema de explotación de difícil gestión, que lucha por su supervivencia, tal es la presión administrativa que recibe, para asegurar un sistema tan racional y con tanta importancia desde el tiempo inmemorial”. Con su perspectiva satelital, puso a los que la escuchaban en el Salón de los Cristales de la Institución Ferial de Jaén, delante de otra de las razones para sentirse orgullosos de la provincia y convencidos de que tiene posibilidades. “Dentro de los cuatro parques naturales y bajo otras figuras de protección, hay 318.000 hectáreas, el 23% de la superficie provincial y sin consideramos toda la superficie incluida dentro de la Red Natura 2000, más de medio millón, el 37% del territorio. Es el mayor porcentaje de Andalucía. Esta protección afecta, en todo o en parte, a 69 de los 97 municipios”, dejó claro, convencida de que es pertinente el trabajo a favor de la declaración de Patrimonio de la Humanidad del Paisaje del Olivar, otro marchamo más relacionado con el corazón verde de Jaén. “Como dijo Salvador Compán: “la sensación que se tiene al recorrer Andalucía es la de que el olivo tiene tanta querencia por esta tierra que siempre impondrá el ritmo visual del viaje”, parafraseó al autor de Úbeda, finalista del Premio Planeta, para hacer su reflexión totalmente suya. “Con una mayor sensibilidad hacia nuestra provincia, como ha mostrado ya el Gobierno de España se alcanzarán los objetivos, porque este es un lugar hermoso para vivir, y tal y como lo veo, y se que también ustedes, su verde nos alimenta el cuerpo con el oro de la salud y es fuente de empleo y riqueza, pero también su verde extraordinario nos alimenta el alma”, dijo Madueño y fue muy aplaudida por el público.