Patinadores de élite por un día

L legó la hora, toda la grada está llena esperando el último pase, la pista recién pulida y las cuchillas bien afiladas para que el número sea perfecto. Vale, quizás lo de ser un patinador de elite quedó en un sueño, pero no hay porque dejar de fantasear. En cualquier caso, y aunque sin saltos mortales, se puede disfrutar de una jornada de patinaje sobre hielo en la pista habilitada en la capital. Puede que no haya medallas que disputar, pero la diversión está asegurada. Por ello, son muchos, y de todas las edades, los que han aprovechado estas fechas para practicar este deporte.

También durante la última jornada oficial de Navidad, antes de que la pista se despida hasta el próximo año. Para los valientes que se deciden a probar sus habilidades en ella, han tenido como supervisor a Olaf, el muñeco de nieve de la película Frozen, y para los más inseguros, han podido ayudarse de unos pequeños aliados, los Minions, como elementos de apoyo y guía para quién no tuviera el dominio de las cuchillas. Para los que son más de tierra, en la misma zona de la pista se podía disfrutar de diferentes atracciones.