Orgullo, frente al olvido de la arquitectura contemporánea

Una placa recuerda que la Casa Sindical es clave en el Movimiento Moderno

02 oct 2018 / 12:07 H.

Los que entienden dicen que la obra de José Jiménez Jimena en el número 30 del Paseo de la Estación se puede comparar con el edificio Seagram, en el 375 de Park Avenue, en New York, que firmó Ludwig Mies van der Rohe. Es lo que recordó ayer una compañera de profesión de estos dos arquitectos, Claudia Correa, autora de una tesis sobre la evolución de la principal vía jiennense, que defiende los valores de una de las torres de esta arteria, la Casa Sindical. “Para poder querer un sitio tienes que conocerlo, no importa de donde seas, yo soy de México, esto no es horroroso, es que no hay conocimiento de lo que ha sido y tampoco un mantenimiento, un cariño”, argumentó para reivindicar los valores del inmueble, en el que Jiménez Jimena, con una notable trayectoria en la obra pública del último tercio del siglo pasado, trabajó de la mano del escultor iliturgitano Miguel Fuentes del Olmo. De este último, al que situó como una figura de repercusión mundial, destacó su papel clave para lograr el hito de introducir las artes plásticas en la nueve sede en la que se acomodaron las organizaciones sindicales en el tardofranquismo, un inmueble que mantiene este uso aún. El rotundo mural de hormigón de la entrada, la sutil crítica social que esconden algunas escenas grabadas en las paredes, como las protagonizadas por un burro rodeado de monedas de plata, los materiales nobles y el profuso uso de vidrio, amén de su construcción en el nuevo centro burocrático de la principal ciudad de la provincia o sus imponentes volúmenes, que recortan el cielo de la ciudad, entre otros detalles, merecen que la Casa Sindical forme parte de la lista de la Fundación Docomomo Ibérico, destinada a la documentación y conservación de la arquitectura y el urbanismo del llamado Movimiento Moderno.

Fernando Jiménez Parras, arquitecto jiennense, miembro de la Comisión Técnica de la Fundación Docomomo Ibérico, en representación de sus colegas andaluces, explicó que, con la Casa Sindical de la capital, ya son 17 los registros de obras consideradas ejemplos del Movimiento Moderno en la provincia, un estilo que comienza en los albores del XX. Entre otras, merecen esta distinción el kiosco de la prensa, de Ramón Pajares Pardo, en el Parque de la Concordia; el Colegio de los Padres Paúles, en la Carretera del Santuario, de Andújar, de Luis Laorga Gutiérrez; el poblado de colonización de Miraelrío, en Vilches, de José Luis Fernández del Amo, o Las Protegidas, conjunto de viviendas que idearon Francisco López Rivera, Julián Laguna Serrano y Juan Piqueras Menéndez. A este también se le reconoce en la capital jiennense como el arquitecto que ideó la anterior sede sindical, en el 3 del Paseo de la Estación, que, al contrario que el inmueble al que se mudaron las organizaciones de trabajadores, nada tiene de innovador, ya que responde a los cánones herrerianos que marcaron los primeros años de la Dictadura, tal y como apuntó la arquitecta Claudia Correa.

Para dejar constancia de que la Casa Sindical merece no pasar de largo, el Colegio de Arquitectos, además de reunir a expertos en el Movimiento Moderno, descubrió una placa conmemorativa. Lo hizo con motivo del día mundial dedicado a este arte, que se celebra cada primer lunes de octubre, y que, este año, como recordó el decano de la institución colegial, Pedro Cámara, quiere recordar que los arquitectos trabajan como un mundo mejor y que se ofrecen como palanca de cambio para unos mejores entornos urbanos. “Feliz ciudades”, deseó a todos el arquitecto en una celebración que reunió a la concejal de Sanidad, Mercados Municipales, Comercio, Consumo y Cementerios, Yolanda Pedrosa, el delegado de Fomento y Vivienda, José Manuel Higueras; el parlamentario andaluz Julio Millán, y la subdelegada del Gobierno, Catalina Madueño.