Olivares Vivos, proyecto de un paraíso de biodiversidad

La recuperación de la vegetación en los cultivos ayuda a fomentar la vida animal y mejora la producción

12 may 2019 / 11:17 H.

Lejos de lo que comúnmente se observa en algunos olivares, la naturaleza de este cultivo está asociada a una variada biodiversidad donde se incluyen aves, reptiles, anfibios y una cubierta herbáceas con centenares de tipos diferentes de especies florales. Esto es lo que propone favorecer y proteger el proyecto Life Olivares Vivos, una iniciativa que busca devolver a las plantaciones un calificativo más cercano a “naturaleza” que a “producción”.

Este proyecto nació con un fin muy claro: caminar de la mano de los agricultores hacia la reconciliación de los olivares con la biodiversidad. Para ello, uno de los principales factores en los que se centran es en la recuperación de una cubierta vegetal en el suelo de las fincas. La agricultura intensiva a la que están sometidos muchos cultivos se traduce en una disminución de la protección ambiental y, además, puede provocar la disminución de la producción agrícola a medio-largo plazo. Entre las principales amenazas del suelo que carece de una cubierta herbácea están las precipitaciones intensas y concentradas, sobre todo en pendientes elevadas. Así las cosas, en la provincia de Jaén se observa que en torno al 60% del territorio que ocupa el olivar está afectado por la erosión del suelo. Por ello, Olivares Vivos proponen la restauración y revegetación tanto de la misma zona de cultivo como de las improductivas (lindes, bordes de caminos, arroyos, cárcavas...).

Ante esto, con la recuperación de la vegetación en el suelo del olivar aumenta la posibilidad de fomentar la biodiversidad animal en los campos. Sobre esto, Francisco Martín, biólogo técnico de Olivares Vivos, explica que los olivares son mucho más que simples zonas de producción de aceitunas. Como zona arbórea, son numerosos los animales que habitan en ella. Sin embargo, asegura que debido a las técnicas agrarias intensivas observaron una grave disminución de la vida animal en los cultivos. Así, detalla que uno de los grandes amenazados son los anfibios. Esta especie, al tener la piel permeable, absorbe cualquier componente que caiga al agua donde vive, por lo que si esta es contaminada con productos químicos el final para el animal es la muerte. “Hay ejemplares que están bastante amenazados en la provincia, como el sapillo pintojo o el sapillo moteado, que están muy ligados a medios agrarios”, insiste. Ante esta situación, expone que desde Olivares Vivos trabajan para que los anfibios tengan un lugar más seguro donde vivir construyendo pequeñas charquitas, de unos tres metros, para favorecer que tengan un sitio donde poner los huevos y refugiarse. Además, asegura que estas charcas no solo benefician a esta especie, sino que muchos otros animales se sirven de ella para beber y bañarse. “Es un punto muy favorable para el fomento de la biodiversidad, pues el agua van a utilizarla todos los animales. Hay rapaces que van a bañarse, como azores, gavilanes... En definitiva, ayuda a la supervivencia de todas las especies”, dice.

Respecto a los beneficios de mejorar en materia de sostenibilidad y protección de la naturaleza, Francisco Martín sostiene que desde Olivares Vivos también buscan beneficios económicos para los agricultores y explica: “Esto no solo es bueno para la gestión ambiental, ya que esta repercute directamente en que los olivareros tengan un producto de mayor calidad y más vendible, sobre todo en el mercado extranjero”. Se lamenta de que muchos cultivos en Jaén se mire más por la cantidad que por la calidad, aunque apunta que las políticas como la PAC ya evolucionan hacia “lo verde” y hay más gente que apuesta por la calidad.