Mujeres valientes y decididas

Cerca de 400 jiennenses optan por ser autónomas en los últimos seis meses ante un mercado laboral difícil

10 ago 2018 / 08:49 H.

Sin ellas, la actividad económica de la provincia no sería igual. Se trata de una minoría en un mundo dominado por los hombres. Aunque en los últimos seis meses la tendencia ha cambiado ligeramente y, cada vez más, se nota cómo también “alzan la voz” y toman las riendas de sus propios negocios. Aunque cueste.

De hecho, el pasado 2016 por estas fechas apenas rondaban las 9.000 y dos años después la cifra se sitúa en las 13.548. Y según los datos de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos-ATA en los últimos seis meses, entre diciembre de 2017 y julio de 2018, apenas se registraron variaciones importantes entre el porcentaje de hombres y mujeres que se decidieron por el autoempleo. En ambos casos aumentaron, en el primero en un 3,4 por ciento y en el segundo en un 3. Eso supone que, en los últimos seis meses 393 mujeres optaron por trabajar como autónomas en su propia empresa.

“Nosotras hemos notado que, después de varios años en los que ha bajado el número de socias, este es el primero que ha aumentado, y de forma considerable. Así, hemos tenido un incremento en las altas de un 35 por ciento”, explica Carmen Rueda, presidenta de la Unión de Mujeres Empresarias y Profesionales Jaem, que aglutina seis asociaciones de la provincia y que en la actualidad cuenta con seis socias.

La motivación fundamental por la que se deciden a montar su propio negocio, explica Rueda, es porque en sus casas la mayoría de los que conforman el núcleo familiar se encuentran en el paro: “Hay mujeres que tienen a su marido y a su hijo o hijos, según los casos, sin empleo, por lo que se deciden a echarse para adelante y montar su propio negocio. Y aparte de las altas nuevas de jóvenes que optan por el autoempleo, nos encontramos también con muchas mujeres que antes ya eran emprendedoras pero que a consecuencia de la crisis tuvieron que cerrar su negocio, y ahora vuelven de nuevo al mercado laboral como autónomas con nuevas propuestas”, puntualiza.

Con respecto a los sectores de actividad, la mayoría de las empresas nuevas que se han montado por parte de las mujeres en los últimos meses están relacionadas con el sector servicios (en él se enmarcan firmas relacionadas con las finanzas, el turismo, la hostelería, el ocio, la cultura o los espectáculos), mientras que, por contra, en el comercio es en el que menos se han creado. La media de edad es de 35 años en adelante, mientras que el nivel de formación mínimo de las mujeres que se deciden por tomar las riendas de su futuro profesional es de Bachiller.

Lo que también ha cambiado en los últimos años, puntualiza la presidenta de la Unión de Mujeres Emprendedoras y Profesionales, es el asesoramiento antes de montar una empresa: “Ahora se busca tener una base, y para ello se realizan planes de viabilidad y estudios de mercado con el principal objetivo de que no pase lo que hace unos años, que muchas quebraban a los pocos meses de su puesta en marcha.

¿Y cuáles son las principales consultas e inquietudes que realizan antes de decidirse?: “Lo que más les inquieta es el tema económico, por lo que sobre todo nos preguntan si hay algún tipo de ayuda por ser mujer. Pero lo cierto es que, más allá de la estatal del 50% el primer año en las cuotas del autónomo no encuentran ninguna ventaja añadida”, puntualiza Carmen Rueda. En cuanto a los principales problemas que encuentran está la conciliación laboral, puesto que aún se piensa que es la mujer la que tiene que cuidar de niños y mayores.

las grandes dudas iniciales

La puesta en marcha de una empresa supone un importante desembolso económico por parte de los autónomos, y según explica Carmen Rueda, desde JAEM, en los casos de las empresas puestas en marcha por las mujeres utilizan el dinero procedente del paro. Cómo afrontar la tesorería de una empresas son las principales dudas, junto a las subvenciones y ayudas en marcha, o los plazos y la forma en la que tienen que justificar sus gastos e ingresos ante la Seguridad Social.

apuesta por nuevas tecnologías
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Muchas de las nuevas empresas montadas por mujeres tienen en internet a su mejor aliado. En primer lugar, como una forma de adaptar los negocios a las nuevas tecnologías. Pero también es fundamental el ahorro en los costes, porque el hecho de tener el negocio online supone un ahorro importante en materia de infraestructuras y material de oficina. “Es una forma de comenzar sin tener que hacer grandes desembolsos económicos iniciales, y luego ya verán”, apuntan desde JAEM.

41.038 personas optan por el autoempleo desde diciembre

La provincia registró durante el pasado mes de julio una disminución en cuanto al número de autónomos. En concreto, 84 personas ya no figuraban en el régimen de la Seguridad Social. Aun así, todavía se encuentran 41.038 personas que trabajan por cuenta propia en Jaén, según el último informe de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Andalucía. En el resto de Andalucía, Málaga (192), Cádiz (175), Granada (101) y Huelva (61) son las provincias que experimentaron también un crecimiento en el mes de julio. El resto se constató una disminución en el número de autónomos.

Con respecto a los sectores de actividad, los nuevos se dan la mano con las tradicionales: actividades artísticas y de entretenimiento suponen un 22,5% de nuevas empresas; la construcción un 14,2% y la agricultura con un 6,2. Desde mayo los datos son positivos, que es cuando se superó la barrera de los 40.000 autónomos con, en total, 40.926, de tal forma que Jaén se convirtió en la provincia de Andalucía que más crecimiento había registrado en materia de emprendimiento. Junio siguió en la misma línea y se incrementó la cifra hasta los 41.122 trabajadores por cuenta propia.

“Conciliar la empresa con la vida familiar es lo más complicado”
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Susana Antolín llegó desde Bilbao a Huelma por motivos de trabajo, pero una vez que su marido perdió su empleo, se quedaron sin saber qué hacer. “Por casualidades del destino, le mandé a mi madre mis cosillas, que donó al hospital, y gustaron tanto que enviamos más, ya para la venta. Ahí fue cuando me animé a montar la empresa”, explica Antolín. Comenzó con la cerámica pero, al ver que se trataba de un sector complicado, pasó a los abalorios de bisutería artesanal, con la intención de ofrecer a sus clientes productos personalizados y a los grabados en madera.

Así comenzó Tres de azúcar (en referencia a su familia, su marido y su niño, y a la canción de “Platero y tú” que dice “tres de azúcar en el café, la vida es bastante amarga) hace tres años y, reconoce, aunque poco a poco, la firma se va consolidando. “Es muy complicado que la gente, por lo general, valore la artesanía. Pero mostramos nuestros productos en ferias y exposiciones, y la cosa va marchando”, apunta la empresaria.

Para la venta, su principal aliado son las redes sociales, ya que la tienda física tan solo le sirve como catálogo: “En el día a día tengo que elaborar los productos que me piden vía wasap, porque como nuestra intención es que todo sea lo más personalizado posible y que los artículos no se repitan. Por lo que no me queda tiempo para plantearme atender en un establecimiento. Ojalá algún día pueda contratar a alguien y optar por esa opción”. Y es que, con un pequeño, reconoce que tener su propia empresa y conciliarla con la vida familiar es muy complicado: “La suerte es que mi marido colabora en la casa”.

“Es difícil ser mujer autónoma en un mundo de hombres”
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Macarena Pérez está al frente de Paycar’s, una empresa familiar con más de 46 años, especializada en sastrería a medida y ceremonia de caballero. Un establecimiento en el que trabaja desde hace más de veinte años, y del que decidió quedarse al frente tras cursar sus estudios Dirección Comercial y Márketing. “Lo que más me costó al principio, y eso lo saben todos los hijos que cogen de sus padres un negocio, fue actualizar la tienda. Ellos trabajaban a la vieja usanza y me veían joven e inexperta, y aunque me querían creer fue duro. Luego estaba el hecho de introducir diferentes tipos de productos o la captación de clientes. Pero también es verdad que después de la crisis económica nos seguimos manteniendo, porque han cerrado muchas empresas del sector y, de hecho, en Jaén somos la única que quedamos en materia de sastrería”, afirma Macarena Pérez. Otro momento complicado fue cuando hace cinco años se decidió a tener hijos: “El primero costó, así que ya con el segundo ni te cuento. Tienes que llevar la crianza y la casa, y quieres cumplir con tu trabajo porque todo depende de ti. Pero a veces no puedes con todo, aunque lo intentes. En mi caso, al final compensa porque me gusta mucho mi trabajo. En caso contrario, habría que planteárselo”.

También se ha encontrado con trabas porque, puntualiza, aún existen hombres que se dirigen a otros cuando entran en la tienda, o que no le toman en serio por ser una mujer. “Es verdad que son sobre todo personas mayores, pero aún se dan esos casos”.

“Trabajo, como diseñadora gráfica, en un mundo de hombres”
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La iliturgitana Carmen Utrera trabajadora como diseñadora gráfica en una empresa de impresión digital en Jaén que cerró a consecuencia de la crisis, tras lo que optó por formarse como community manager. Con una compañera se decidió a montar una empresa, Peineta Publicidad, que estuvo en activo tan solo durante seis meses por cuestiones de imcompatibilidades, y ahí fue cuando comenzó su camino en solitario.

Primero fundó Garbo Comunicación, y como su padre tenía en Andújar una pequeña imprenta desde hacía muchos años, decidió hacerse cargo de ella, y la modernizó hasta convertirla en lo que hoy es Printeo Impresión Digital. “Ahora hemos dado un paso más, porque el local es muy grande, así que lo estamos reformando para convertirlo en un espacio de coworking, alquilar salas de reuniones y contar con zonas para cursos y demás”, afirma.

Como autónoma, reconoce que lo que más le ha costado ha sido el ser capaz de organizarse sin tener a nadie que marcara el ritmo en la disciplina del pago: “Tienes que hacer frente a los trimestres y a desembolsos que tienen sus plazos”. A ello, se suma que se trata de una mujer que trabaja como diseñadora gráfica en un mundo que hombres, por lo que afirma que se encontraba con el hecho de que muchas veces no le tomaban en serio. “En la parte de community manager ya nos encontramos con más mujeres”. Y, por último, considera que como mujer ha tenido que renunciar, al optar por esta vía profesional, a muchas cosas: “No tengo niños, entre otras cuestiones, porque no encuentro el momento adecuado”.