Los vigilantes de seguridad exigen su colegio profesional

Los trabajadores buscan “protegerse” frente al “intrusismo laboral” que sufren

04 feb 2018 / 11:28 H.

Los trabajadores del sector de la seguridad privada deciden tomar las riendas de su futuro. Las recientes noticias sobre la inestabilidad laboral de los que llevan años guardando el Parque del Bulevar o la contratación por parte de la Tesorería General de la Seguridad Privada jiennense de “empresas pirata” pone de manifiesto la inquietud de los profesionales. A razón de ello, dan un paso al frente y comienza la creación de un Colegio Profesional para Vigilantes de Seguridad, Guardas Rurales y sus especialidades en la comunidad autónoma andaluza. “No nos ha quedado alternativa, después de estar años de reivindicación sin lograr cambios, es hora de estar al frente y ser dueños de nuestras decisiones”, apunta Juan Mateo Andrades, coordinador de Andalucía del proyecto, residente en Jaén, en concreto, en Villacarrillo.

El colegio profesional beneficiará a 29 empresas relacionadas con la seguridad privada, 763 vigilantes, 14 detectives privados y aproximadamente unos 500 guardas rurales y guardas de caza. “La provincia es uno de los lugares donde más sufre el sector, el intrusismo es bestial y provoca unos niveles de paro muy altos”, asegura Andrades, que destaca también los datos en el ámbito nacional, donde de los 300.000 habilitados, están en activo unos 80.000. Denuncian que el nivel de desempleo en el sectores del 34 por ciento y que existen “desajustes salariales”, como el de pagar a 3€ y 4 euros la hora, como consecuencia del “descuelgue” del convenio nacional, por lo que los profesionales se ven obligados a realizar jornadas “maratonianas” para cobrar poco más de 900. En Andalucía, según indica Andrades, los profesionales en activo son unos 17.000 y su voz “tiene que ser escuchada”. “A pesar de los sindicatos, no es obligatoria su afiliación, por lo que apenas representan al 20 por ciento del sector, lo cual es un inconveniente cuando se necesitan medidas que afectarán al cien por cien”. Por ello, junto con el proyecto, piden que estar colegiado sea “total”. “Actualmente los trabajadores dividen sus opiniones en asociaciones y sindicatos, de esta forma seríamos una fuerza unida, integrada y respaldadas legalmente”, manifiesta Andrades, y aporta: “Además, se acabaría con el problema del intrusismo de un plumazo”.

Por su parte, Ramón Rodríguez, presidente de la Asociación Provincial de Empresas de Seguridad, comenta que la creación de un colegio profesional para el sector es “innecesario”. Alega que las empresas tienen sus propias organizaciones y los trabajadores disponen de sindicatos a los que acudir. Destaca que la lucha contra el intrusismo es “continua”, aunque se trata de un asunto “muy complicado”. Rodríguez recuerda que “ya existen” métodos para la detección de personal contratado no autorizado para dicho servicio, del que se encarga el Ministerio de Interior. “Se trabaja a nivel administrativo, sindical y empresarial para combatirlo, aunque faltan efectivos para las inspecciones”, confiesa. “Pero, hay suficientes cauces de denuncia abiertos actualmente, sin necesidad de un colegio profesional”, indica Rodríguez, que comparte la preocupación por los “galopantes” niveles de intrusismo. “Es una realidad que hay que perseguir”, dice.

Por ahora, se necesita el 51 por ciento de las firmas de los profesionales que trabajan en el sector para sacar adelante el proyecto. “Tenemos un gran apoyo en Jaén y esperamos que, según se conozca la iniciativa, se sumen más”.

Las páginas web de empleo, foco de “piratas”

“Se busca vigilante de seguridad”. Las ofertas de empleo a través de los portales de internet son una muestra de la situación precaria que vive el sector, denuncia Juan Mateo Andrades. En ellas, las empresas “pirata” o “low cost”, como lo denominan, encuentran el lugar “idóneo” donde “propagarse”. “El que compra no tiene por qué saber si los trabajadores cumplen la ley, si están dados de alta en la Seguridad Social o el tipo de contrato que tienen, simplemente confían en que está todo en orden”, explica Andrades, lo cual afecta en “detrimento” de la seguridad. “Repercute en el ciudadano, sí o sí, tal como ocurrió en el Arena (Madrid), donde no había suficientes vigilantes capacitados y, en el momento clave, no se pudo actuar debidamente”. Por ello, insisten en la necesidad de la creación del colegio profesional, pues, a pesar de la ley 5/2014 de Seguridad Privada, su situación es “precaria”.

Primeros pasos de
la iniciativa en Murcia

La Asociación Profesional de Vigilantes de Seguridad de la Región de Murcia (Aprovisem) fue la que dio el paso para iniciar los trámites de creación del colegio profesional para el sector. Su comienzo fue en Cartagena, en septiembre de 2017, aunque lleva más tiempo de preparación entre trabajadores. Desde el colectivo aseguran que, aunque su “presentación” fue en la provincia murciana, el objetivo es extenderlo al resto de la comunidad autónoma y, también, en el ámbito nacional. El coordinador jiennense, Juan Mateo Andrades, recuerda que, por ser del sector privado, se sienten “desamparados” por los entes administrativos, cuando su tarea “está directamente relacionada con las personas y ofrece un servicio público”. Habla de que la Ley de Seguridad Privada 5/2014 les “protege”, pero existen “deficiencias” que hay que “corregir”.