Los pastores “rejuvenecen” con la huida del desempleo

Treinta nuevos ganaderos trashumantes se preparan para comprar su rebaño

11 abr 2017 / 10:35 H.

Jóvenes que quieren ser pastores. Hasta hace unos años, parecía extraño que hubiera jiennenses que estuvieran dispuestos a comprar un rebaño para cuidarlo los 365 días del año y para caminar junto a él durante semanas por los montes de la provincia en busca de pastos. Pero, esto ha cambiado. El paro, el miedo a salir del pueblo y fracasar en la búsqueda de un empleo y la pasión que muchos sienten por el ganado —un amor que han heredado de sus padres y sus abuelos— hacen que decenas de jóvenes con 20 y 30 años quieran convertirse en pastores trashumantes.

“Vivimos un auténtico relevo generacional desconocido hasta ahora. En COAG le estamos dando toda la ayuda porque sabemos ser pastor es una manera muy digna de ganarse la vida y de que la gente no se marche de nuestra tierra”, afirma el secretario general de COAG en Jaén, Juan Luis Ávila. Solo en este año, hay diez solicitudes de jóvenes que piden incorporarse a esta actividad, aunque no son los únicos. Ya se tramitan más de veinte solicitudes más para el año que viene. “El sector del caprino siempre ha tenido un chorreo de solicitudes, ya que se podía obtener una aceptable rentabilidad con el queso. En cambio, contábamos con una generación de pastores en Jaén, que ahora todos tienen más de cuarenta años y otros que superan los cincuenta para los que no encontrábamos relevo. Sin embargo, en Santiago de la Espada se trabaja muy bien para fomentar esta profesión y existe un importante incremento de la demanda para ser pastores profesionales”, concluye Juan Luis Ávila.

Estos jóvenes lo tienen muy claro. Les gusta ser pastores y asumen que su vida no será fácil. Sin embargo, esgrimen argumentos contundentes, como que en Santiago de la Espada hay pocas alternativas para no caer en el paro, que no sean marcharse; y que sus familiares también han cuidado del ganado y les ha ido bien. Ninguno es rico, pero han vivido y han levantado su hogar.

Los pastores trashumantes viven entre junio y noviembre en Santiago de la Espada y otras aldeas de Segura. Sin embargo, cuando llega diciembre emprenden un camino a pie hasta diferentes municipios de Sierra Morena en busca de pastos. Mientras que dura la caminata, duermen al raso o en refugios. Cuando llegan al destino, alquilan casas en los municipios de destino o se alojan en los cortijos de las fincas. “Tenemos mastines para que los zorros, las jinetas o las águilas no se lleven las ovejas, sobre todo, las pequeñas. Cuando haces el camino a pie, sabemos que son días malos”, afirma Martín Cerezo.

“Recorro Arroyo del Ojanco, Santisteban del Puerto, Montizón, Vilches, Arquillos, La Carolina y Marmolejo en busca de pastos. Luego, cuando llega el verano, otra vez, de vuelta para Segura”, cuenta Manolo Santiago. Precisamente, estos dos pastores están ahora con familiares asimilando los últimos conocimientos antes de contar con su rebaño. La norma —para ser beneficiario de ayudas— les obliga a contar con al menos 350 ovejas. Además, han de permanecer más de siete años como trabajadores autónomos dentro de esta actividad.

El secretario general de COAG de Jaén, Juan Luis Ávila, explica que ha solicitado al delegado de Medio Ambiente, Juan Eugenio Ortega, que permita acceder a montes públicos a estos pastores en busca de alimento para el ganado. “Tenemos claro que hay que ayudar a todos estos jóvenes y que se estudie la compatibilidad con otras actividades, como la caza. Hacen una gran labor contra el fuego, ya que los animales limpian el monte de hierba. También generan empleo y riqueza. Se lo hemos comentado al delegado y estoy seguro que hará todo lo posible para apoyarnos”, señala.

“Mi marido también es pastor y es posible formar una familia”
Conchi Berzosa Ahora está en Vilches |

Conchi Berzosa tiene 34 años. Se incorporará a la ganadería este año. Su familia también tenía ganado y su marido es pastor. Pese a que viven seis meses en Santiago de la Espada y otros seis en Vilches, esto no le ha impedido a ninguno formar una familia. “Tenemos dos niñas y están en el colegio en Vilches y en Santiago. Van muy bien en los estudios”, comenta.

“Sé que se trata de una profesión muy dura que no tiene tres meses de vacaciones. Hay que estar todo el día con el ganado, prácticamente, las 24 horas del día. La labor resulta dura, pero es bonita. Además, no hay muchas más cosas con las que poder vivir en el pueblo”, afirma Conchi Berzosa. “Me gustaría que mis hijas estudiarán y se dedicaran a otra cosa, pero ser pastor es también muy bonito. Yo me siento muy orgullosa. Además, lo recomiendo porque te permite vivir. No te haces rico, pero sales adelante”.

“No hay muchas otras maneras para poder ganarse la vida”
Manuel Santiago Ahora está en Marmolejo |

Manuel Santiago tiene 34 años y ahora está en Sierra Morena ayudando a su primo. “Mi padre fue ganadero y también mi abuelo. Me viene de tradición, pero también tengo claro que no hay muchas maneras de ganarse la vida. Pasamos seis meses en Santiago de la Espada y otros seis en el campo en busca de pastos. Se vive cada día, pero también es un trabajo muy sacrificado”, afirma.

Manuel Santiago espera incorporarse muy pronto. Se prepara para adquirir un rebaño, que contará con al menos 350 ovejas. El tiempo que pasa en su casa está al lado de su familia, pero los seis meses que baja hasta Sierra Morena en busca de pastos tiene que vivir en los cortijos de las fincas o en casas que alquila en los pueblos. “Me gusta el ganado. Es la vida que he vivido y si opto por quedarme en mi tierra tengo que hacerme pastor, al igual que mis familiares”, concluye.

“Es el oficio de mi padre y de mi abuelo. O eres pastor o te vas”
Francisco Valle Ahora está en Arquillos |

“Vivo en la Matea. Allí o eres pastor te vas a otro lado en busca de tu futuro. Las ovejas han sido el oficio de mi padre y de mi abuelo. Me siento muy orgulloso y quiero dedicarme a esta labor”, explica Francisco Valle. Ahora está con su padre, del que aprende mucho, pero espera incorporarse durante este año para poner en marcha su propio rebaño de ovejas. “El cordero tiene muchos precios. Ahora está más barato. No es un trabajo que te permita ahorrar ni te haces rico. Vives y ya está”. Asimismo, resalta la exigencia que tiene esta profesión: “Los olivos, si te vas y los dejas unos días, cuando vuelves siguen allí. Con las ovejas no pasa eso. Tienes que estar siempre encima para que todo marche bien”. Francisco Valle realiza ahora los cursos y espera la ayuda, que le servirá para dedicarse a una profesión que ha heredado de su familia y de la que se siente orgulloso.

“Hay días enteros que los pasas caminando y tirado en el campo”
Martín Cerezo Ahora está en el Santuario de la Virgen de la Cabeza |

Martín Cerezo tiene 23 años. “Soy pastor porque me viene de familia. Es sacrificado, pero amo los animales. Sé que voy a empezar una vida dura en la que te pasas diez o once días caminando desde Santiago de la Espada hasta el Santuario de la Virgen de la Cabeza. Y que duermes donde te pilla, pero no me cuesta mucho trabajo”, señala. Además, continúa: “Esto no tiene otro secreto que estar siempre pendiente de los animales. Si te descuidas, ya no va bien la cosa”. Afirma que la ruta trashumante es dura: “No tienes muy claro cuándo vas a llegar. Caminas en función de cómo veas a los animales. Ellos son los que te dicen cuándo tienes que parar para descansar”. Además, añade: “Antes de tomar la decisión de incorporarme como pastor, lo hablé con mi familia para que lo supieran. Se trata de una vida dura, pero mi familia sabe bien lo que es y me han dado mucho apoyo”.

1,469 millones de ayuda para ovino y caprino

La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural autoriza los pagos de las ayudas asociadas a las explotaciones de ovino y caprino. El incentivo asociado a las explotaciones de ovino asciende a más de 11 millones de euros y beneficiará a 3.365 ganaderos andaluces, mientras que la ayuda asociada a las explotaciones de caprino asciende a más de 3 millones de euros para 2.144 ganaderos. Estos pagos representan el 90% de los importes correspondientes a la subvención total de cada productor.

A Jaén llegarán 1.469.532 euros, ya que se abonarán casi 1,3 millones de euros para 398 expedientes de ovino y 169.532 para 193 productores de caprino. De esta manera, la Consejería afirma —en un comunicado— que cumple el compromiso adquirido para esta campaña de adelantar los pagos una vez concluidos los controles y determinado por parte del Fondo Europeo de Garantía Agraria (FEGA) el importe unitario provisional. Además, añade que realiza esta gestión un mes antes que en la campaña 2015, que se efectuó en mayo. Estas ayudas se incluyen en un pago complementario al resto de ayudas directas de 40,1 millones de euros, que beneficiarán a 12.918 agricultores y ganaderos. Con este importe, el global de ayudas directas de la PAC 2016 recibidas ya por el sector alcanza los 1.294.776 millones de euros. De esta cantidad, a Sevilla le corresponden 338,3 millones de euros; seguida de Jaén, con 329,9 millones; Córdoba, con 266,6; Cádiz, con 119,2; Granada, con 109,9; Málaga, con 72,4; Huelva, con 38,6, y Almería, con 19,9. Sin duda, un estímulo más para continuar con el apoyo a los ganaderos que generan productos de calidad.