Los jornaleros llevan 43 días sin descanso

Imaginan un oficio en el que se trabajaran 43 días sin descansar uno solo y que, además, la jornada libre ni se sepa cuándo será y que, en realidad, dependa del cielo? Pues, lo hay. Aceitunero en esta campaña de recolección de la aceituna en Jaén. Las lluvias de finales de noviembre hicieron que costara sacar las cuadrillas a los olivares. En cambio, cuando se instalaron, ni se han vuelto. La gente no para de trabajar debido a que no ha caído ni una sola gota en enero y que prácticamente tampoco llovió en diciembre.

El registro histórico de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir refleja que la últimas precipitaciones copiosas llegaron a la provincia el 5 de diciembre. De hecho, hubo algunos olivareros que se esperaron hasta la festividad de la Inmaculada para comenzar con la recolección. Desde entonces, nada de nada. Cielos despejados y todos los días de trabajo en el campo. No obstante, el 14 de diciembre fue otra jornada de lluvia. Sin embargo, el agua cayó durante la tarde, por lo que no se llegaron a parar los tajos. Algunos sí que recogieron un poco antes, pero no se dio la jornada de descanso.

Durante la Navidad, ha habido de todo. Algunos olivareros no llevaron a los trabajadores el 24 y el 31 de diciembre, ya que buena parte de las fábricas o no abrían o cerraban mucho antes. Otras cuadrillas decidieron echar la jornada normal —y llevar la aceituna al molino otro día— o hacer media jornada de trabajo. Sin embargo, fueron decisiones particulares de cada olivarero, pero no se produjo un parón generalizado.

Ante esta coyuntura, hay agricultores que han optado por comenzar a dar sábados o domingos libres a sus trabajadores. “La gente está bastante cansada. En realidad, vamos bien o, incluso, con adelanto, por lo que decidimos no venir a trabajar este domingo”, comenta el agricultor Tomás Ramírez Cueva. “Llevaban diciéndomelo hacía tiempo porque no ha llovido nada. Ir todos los días al tajo sin parar resulta duro, por lo que, si no llueve, empezaremos a no venir durante un día a la semana, que será los domingos. Así, la gente disfruta del sábado por la tarde y la noche para salir y del domingo, que es un día más familiar”, continúa.

Precisamente, los agricultores profesionales que están todos los días en el campo prefieren dar los domingos de descanso. De esta manera, contentan a los jornaleros, que creen que es la mejor jornada para disfrutar con la familia y así evitan esperar colas en las almazaras, ya que las cuadrillas familiares aprovechan los fines de semana, por lo que el bullicio es mayor en las fábricas.

No obstante, los agricultores dan por hecho que muy pronto tendrán unas jornadas para descansar. Las primeras predicciones meteorológicas anuncian precipitaciones para la próxima semana. Habrá que esperar todavía a que pasen los días, ya que la previsión resulta bastante lejana, por lo que el margen de error es mucho más elevado. De todos modos, los agricultores ya no lo ven como parar o no la recolección para descansar, sino como una gran necesidad. Si no llueve, el árbol no se recuperará con vistas a la próxima producción. Y una vez más, el año que viene, Jaén se juega mucho en el campo y depende de las nubes.