Linares se gobernará con diálogo

Un Ayuntamiento muy fragmentado obliga a los pactos para alcanzar la Alcaldía

27 may 2019 / 13:30 H.

Gana el Partido Socialista. Victoria para ese “Linares capital” que entonaba con orgullo Daniel Campos, el candidato a la Alcaldía. Los linarenses le confiaron ocho concejales. Es un triunfo, sí, pero con sabor agridulce. Lejos están los del puño y la rosa de aquellas jornadas electorales en las que las mayorías absolutas eran la tónica dominante. De hecho, es el peor resultado de los socialistas en la historia de la democracia. Ocho concejales que, mirando atrás, saben a poco. Campos lo sabe, y tras conocerse los resultados, hizo hincapié en que “son la fuerza más votada”. “Ganamos las elecciones y nos sentimos muy orgullosos porque la ciudadanía deposita en nosotros la confianza para iniciar una ronda de conversaciones que tengan como objetivo establecer un gobierno de progreso”, afirma.

Asimismo, dice estar abierto a negociar con todos y cada uno de los partidos políticos a excepción de uno. ¿Cuál? Sí, el liderado por Juan Fernández, Linares Primero. “Está imputado por malversación de fondos públicos”, sentenció Campos, que se ve, tras analizar los resultados, con la potestad de ser el que encabece el Gobierno local.

Un duro empate protagoniza la segunda posición de esta carrera a la Alcaldía. El Partido Popular de Ángeles Isac, y Raúl Caro-Accino, como líder de Ciudadanos, van a disponer de cinco sillones cada uno en el salón de plenos. Si unen fuerzas, superan a los socialistas, aunque necesitan más apoyos si quieren alcanzar la Alcaldía. “Somos democráticos y, cuando habla el pueblo, a nosotros solo nos queda aceptarlo”, indicó Isac, que, no obstante, sí se atrevió a lanzar una “pullita”: “Con los resultados en la mano, se abre un abanico de colores impresionante”. En este mismo sentido, asegura que van a esperar con respeto, prudencia, talento y responsabilidad a ver qué ocurre a partir de ahora. “Es un nuevo tiempo. La ciudadanía nos ha dado el poder de hacer muchos pactos y propiciar encuentros de diálogo y hacer propuestas. Eso es lo que Linares nos ha pedido”, dijo.

Por su parte, Raúl Caro puso el foco especialmente en que, tras comprobar el reparto de ediles, “se sienten la llave del Gobierno local”. Por esta razón, el aspirante a alzarse con el bastón de mando por Ciudadanos recalcó, como los demás candidatos, que se abre un periodo de diálogo en el que “van a poner toda la carne en el asador”. En principio, Ciudadanos no le va a hacer el feo a ninguna fuerza. Al menos, así lo dejó claro Caro, que afirmó: “No pondremos ninguna línea roja. Si nuestras propuestas se puede realizar, ahí estaremos”.

Los populares y Ciudadanos son las únicas dos formaciones de derechas que tienen representación en el Ayuntamiento de la Ciudad de las Minas. Ambos suman diez concejales, por lo que solo les hacen falta tres para evitar que el Partido Socialista repita otros cuatro años. Justo los que tiene Cilu-Linares, que ha duplicado su número de votos con respecto a las pasadas elecciones —primera vez que se presentaban—. Más de 3.000 votos que le valen para dar un salto de uno a tres concejales. Una pluma que puede decantar la balanza hacia un Gobierno con PP y Cs al timón del barco, o bien echar un cable a los socialistas, a los que les haría falta más apoyo si pretenden verse en la Alcaldía.

Otro empate al final de la tabla. El Linares Primero de quien fuera el alcalde, Juan Fernández, con casi el 10% del electorado a su favor, o lo que es lo mismo, 2.505 votos, e Izquierda Unida, con poco más de 1.800, se hacen con dos concejales cada uno. Carmelo Gragera y Sheila Carmona, por la coalición; y Juan Fernández y Juana Cruz, por Linares Primero. Parece casi un presagio que esa “V, de verdad” que hacían con los dos dedos de la mano se transforme en eso, en una confianza de la ciudad que se traduce en solo dos ediles.

No obstante, Fernández está contento. “Partíamos de cero y hemos conseguido dos”, afirmó. No obstante y pensándolo en frío, se da cuenta de que el resultado no es tan positivo como lo pinta al principio. Sí habló de dimisiones que deben producirse, así como de la “debacle” sufrida por el Partido Socialista. “Han sacado la mitad de votos que en las últimas”, dice, en referencia a las generales, donde superaron los 10.000 votos.

El líder de Izquierda Unida, Carmelo Gragera, reconoce que no son los resultados esperados y, por supuesto, que van a ponerse manos a la obra para ver qué ha podido fallar. Asimismo, valora el triunfo de la izquierda en las urnas.

En definitiva, Linares es el claro ejemplo de que la pelea política con saña cabrea al pueblo, que acude a votar con la conciencia de obligar a los partidos a sentarse, acercar posturas y hablar por lo que realmente importa, la ciudad.