Límite de 90 por hora en 3.225 kilómetros de la red viaria

La medida, que persigue reducir los accidentes, entra en vigor el 29 de enero

03 ene 2019 / 10:38 H.

Siete de cada diez accidentes con víctimas en España tienen lugar en vías convencionales. En Jaén, existen 3.225 kilómetros de carreteras secundarias. Son consideradas las más peligrosas porque presentan intersecciones, trazados antiguos, incorporaciones situadas al mismo nivel, tramos montañosos, más curvas... En ellas se concentra el 70 por ciento de los siniestros mortales. Eso sí, Tráfico tiene constatado que detrás de la mayoría de estos accidentes está pisar el acelerador más de lo permitido. Por ello, el Gobierno aprobó en el último Consejo de Ministros una medida que limita la velocidad a 90 kilómetros por hora. La iniciativa entrará en vigor el próximo 29 de enero. Las administraciones titulares de las carreteras tienen menos de un mes para adaptar la señalización actual a la modificación del reglamento de circulación.

Esta modificación supone la desaparición de los diferentes límites de velocidad genéricos establecidos, 90 y 100 kilómetros por hora para turismos y motocicletas, en función de si la vía disponía o no de metro y medio de arcén practicable, reduciéndolo a una limitación general de 90 kilómetros por hora.

Los límites de velocidad que ahora se modifican se fijaron a principio de los años 80 del siglo pasado, cuando la red viaria española no tenía casi kilómetros de vías de alta capacidad, situación completamente distinta a la actual. Además, esta iniciativa supone reducir la diferencia de velocidad entre vehículos de transporte de viajeros y mercancías respecto de los turismos. La red viaria de la provincia tiene 3.225 kilómetros de carreteras secundarias. Pertenecen a distintas administraciones: 257 son del Estado, repartidos en la Nacional 432 a su paso por la Sierra Sur y en la Nacional 322, entre Linares y el límite con la provincia de Albacete. La Junta de Andalucía cuenta con 1.403 kilómetros, mientras que son titularidad de la Diputación Provincial 1.565. Cada administración tiene que hacerse responsable del cambio de la señalización en sus vías.

La medida persigue reducir la siniestralidad en las carreteras españolas. Se trata de cumplir el objetivo establecido en la estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 de bajar de 37 la tasa de fallecidos en accidente de tráfico por millón de habitantes. En 2017 la tasa fue de 39.

“La gente corre mucho, y ya está mal correr en una autovía, pero puede ser mucho más peligroso en una secundaria. Las carreteras son mejorables, pero el comportamiento de los conductores también”, aseguró Juan Diego Ramírez, el jefe provincial de Tráfico, en la presentación de una de las últimas campañas de control de velocidad que se llevó a cabo en Jaén. El máximo responsable de la DGT en la provincia puso el acento en un dato. “Nos está llamando mucho la atención que la mayoría de las víctimas de estos siniestros son personas vinculadas al territorio, usuarios de la zona que conocen bien la carretera por la que transitan casi a diario. A veces, pecan de un mal entendido exceso de confianza. La carretera puede ser la peor del mundo, pero el conductor sabe mejor que nadie cómo está y qué debe adecuarse a ella”, analizó.

Los países de la UE con menores tasas de fallecidos por millón de habitantes en accidente de tráfico tienen, según datos del Ministerio de Interior, un diferencial de límite de velocidad entre vehículos ligeros y pesados, en carreteras convencionales, que oscila entre el 0 y 10 kilómetros por hora.

No hay previsión de instalar más radares este año

El jefe provincial de Tráfico, Juan Diego Ramírez, confirma que no hay previsión de instalar nuevos radares en las carreteras de Jaén: “No está contemplado a lo largo del año 2019”, explica. Actualmente, la provincia cuenta con 16 aparatos fijos que controlan la velocidad y que están repartidos, fundamentalmente, en las carreteras secundarias. Los tres últimos se instalaron a lo largo del año 2018. Concretamente, se ubicaron en el kilómetro 3,5 de la carretera A-316, en la llamada “Glorieta del Clavijo”, en el término de Baeza, donde se localizó un punto negro; el segundo se colocó en el kilómetro 7,7 de la A-319, la carretera del parque Natural, entre Peal de Becerro y Cazorla. El tercero se instaló en el kilómetro 92 de la A-316, en el cruce de Los Noguerones (Alcaudete). El responsable de la DGT en la provincia explica que sus técnicos están analizando de forma continua los datos de siniestralidad vial. El objetivo es identificar los tramos peligrosos para la circulación y adoptar, de este modo, las medidas pertinentes de prevención. Una de ellas es la ubicación de radares fijos. No obstante, para 2019, la instalación de nuevos de estos aparatos está descartada en la provincia