Las fábricas venden 323 millones de kilos de aceite en diez meses

Los productores diseñan técnicas para obtener rentabilidad

14 ago 2018 / 12:21 H.

Las fábricas jiennenses mantienen una buena marcha en la complicada campaña de comercialización de este año. Muchos oleicultores mostraron recelos a vender en los primeros meses y, después de las precipitaciones —del 27 de febrero en adelante—, generó una incertidumbre en los precios que algunos se arrepintieran de no haber vendido. En cambio, ahora, la cotización del aceite de oliva mantiene un pulso fuerte entre los operadores y proyecta un final de campaña que se presume bastante interesante.

La Agencia de Información y Control de Mercados —depende del Ministerio de Agricultura— acaba de publicar las cifras de comercialización, que están actualizadas hasta el 1 de agosto. Plasman un interesante ritmo de venta, ya que las cooperativas y almazaras de la provincia han sacado de sus bodegas 323 millones kilos de aceite de oliva. Además, la cantidad que queda almacenada —164 millones de kilos— augura un cierre de campaña sin un enlace —sobrante— importante. Más bien, se presume bastante similar al del año pasado, que fueron 79 millones de kilos.

Las operaciones de comercialización no han sido nada sencillas. De hecho, se han dado meses en los que el mercado, prácticamente, se paró, lo que hizo que la cotización del producto apuntara hacia abajo. En cambio, ahora parece que se mantiene un ritmo de salidas que denota un mercado bastante vivo, ya que, durante el último mes, se comercializaron 126.000 toneladas de “oro líquido” en el país.

Vender en doce lotes, la estrategia más común

El aceite de oliva destaca por no contar con un precio fijo. Nadie sabe lo que valdrá mañana, por lo que siempre ha sido un producto muy abierto a maniobras especulativas o, lo que es lo mismo, ha atraído a personas que querían obtener un plus simplemente por su capacidad para vender en el momento más idóneo. Sin embargo, esta apuesta conlleva también unos riesgos considerables, es decir, que esa persona, al final, no elija el mejor momento, algo que puede conllevar unas pérdidas bastante importantes.

El precio del producto ha variado considerablemente durante este año. De ahí que la apuesta especulativa, en ocasiones, ha podido salir más. Por eso, cada vez hay más cooperativas y almazaras que apuestan por fórmulas para conseguir una mayor estabilidad. La más utilizada consiste en salir doce veces al mercado con una partida. Este posicionamiento se basa en dividir el aceite que hay en las bodegas en doce lotes diferentes. Cada mes, se pone uno en el mercado. Así, se vende durante todo el año, por lo que beneficia cuando hay precio alto y perjudica cuando bajan. En cambio, se trata de una fórmula que se antoja bastante más profesional, ya que, a la larga, lo que se consigue es vender con el precio medio de la campaña. Quizá no se pueda obtener siempre la mayor rentabilidad, pero se reducen los riesgos de comercializar por debajo de la cotización.