La victoria más amarga de los socialistas

Los jiennenses se decantan por un partido que, aunque gana, pierde representatividad

03 dic 2018 / 09:14 H.

La provincia de Jaén sigue teñida de rojo, aunque con un tono más desteñido que nunca. Las elecciones autonómicas de 2018 suponen una auténtica convulsión para el mapa electoral jiennense. Aunque es cierto que el PSOE vence en la mayoría de los municipios, también lo es que, a la postre, se trata de una victoria pírrica y que se deja dos parlamentarios en el envite. La preponderancia del hasta ahora partido hegemónico solo es nítida en los municipios más rurales y en Torredelcampo. Se trata, sin duda, del triunfo más amargo de la “rosa” que baja, a la par que la participación en prácticamente todo el territorio jiennense. Solo en parte es un consuelo que ha sido la opción más votada, en ocasiones por los pelos, en los municipios de mayor tamaño, como Linares, Andújar y Úbeda. En el caso de Alcalá la Real y Martos su descenso en el número de papeletas es sintomático. La traducción en la práctica es que pierde dos parlamentarios al pasar de seis asientos en el Hospital de las Cinco Llagas a cuatro.

En el polo opuesto, el Partido Popular ya solo es la opción más respaldada en dos de los 97 municipios. Se trata de la capital provincial y de Iznatoraf. Sin embargo, los populares pierden también fuelle en la mayoría de los pueblos. Le pasa factura la circunstancia de que algunos de quienes, hasta hace unos meses, eran alcaldes con sus siglas hoy están en la órbita de Ciudadanos. Los populares se dejan un escaño, pues pasan de cuatro a tres.

En cuanto a la opción naranja, como anécdota, pasa a ser la más votada en un municipio. Se trata de Aldeaquemada, un pequeño núcleo del norte de la provincia donde goza de enorme aceptación el otro popular Manuel Fernández. Los resultados mejoran en todos los lugares, de manera ostensible en aquellos en los que cuenta con representantes que gobernaron hasta hace poco, como es el caso de Porcuna o de Cárcheles, donde se nota el tirón de sus munícipes expopulares.

En cuanto a Adelante Andalucía, salva los muebles, al mantener un diputado, la misma cifra que tenía Podemos. Sin embargo, el partido morado no ha conseguido ser la fuerza determinante, pues se demuestra que, en la práctica, no suma con Izquierda Unida, o al menos no lo hace en la medida en que se esperaba. El experimento lanzado por Teresa Rodríguez no supone que gane en ningún municipio. No logra vencer ni siquiera en pueblos en los que ya manda Izquierda Unida.

Lo que nadie supo ver, o mejor dicho prever, en las encuestas, es la irrupción de VOX. Este partido considerado de ultraderecha y que en las pasadas elecciones autonómicas tuvo una representación residual, por debajo del 0,31%, se convierte en la quinta fuerza más votada, con un 8,72%. Si se atiende a los números absolutos, el incremento queda aún más claro, ya que pasa de papeletas a 27.67. La subida le vale un billete para sentarse en la sede de la Cámara regional, el Hospital de las Cinco Llagas, al guardia civil retirado, Benito Morillo. El aumento de votos y representatividad, con doce parlamentarios andaluces, si su suma al jiennense, ya fue vaticinado por el líder del partido de extrema derecha, Santiago Abascal, durante el mitin que, el pasado miércoles, organizó en el Teatro Infanta Leonar de la capital. Fue una demostración de fuerza, de las más importantes de todos los partidos en la ya pasada campaña, en la que se dio un baño de masas la presidenta provincial, Salud Anguita, que ya se posiciona para continuar en la Corporación Municipal, a la que llegó como candidata de Ciudadanos, de donde fue expulsada, y se mantiene como no adscrita.

El “terremoto” electoral supone una auténtica sacudida al tablero político de una provincia muy estable en el plano electoral hasta ahora y poco dada a las aventuras. Comienzan a dispararse las cábalas sobre cómo repercutirá el resultado en el de las autonómicas, comicios para los que faltan seis meses. Habrá que ver cómo evolucionan los pactos y los movimientos políticos en este medio año. Además, en las municipales entrarán en liza muchos factores ausentes ahora, como la presentación de candidaturas independientes y la presencia de alcaldes que arrastran el voto incluso de gentes que no simpatizan con sus partidos. En particular será interesante ver cómo se desarrollan los acontecimiento en plazas con resultados tan “endiablados” como los registrados ayer, en particular en el caso de Linares y de la propia capital jiennense.