La venta se acelera con fuerza con 724 matriculados cada mes

El parque jiennense tiene más de once años de antigüedad

25 ago 2018 / 11:16 H.

La venta de automóviles registra un buen ritmo en la provincia. Las empresas siempre aspiran a más, pero los números que muestra el sector de la automoción son muy positivos en los primeros siete meses de este 2018. Jaén ha pasado de facturar entre 300 a 350 vehículos al mes —en los años más duros de la depresión económica— a los 724 al mes que comercializa durante este ejercicio.

“Estamos satisfechos porque vemos que el sector está muy dinámico. Los jiennenses pasan por los concesionarios y muestran interés en la adquisición de vehículos. Ha cambiado bastante el panorama respecto a los años pasados”, afirma Aitor Arévalo, consejero delegado de Grupo Ávolo, que tiene la concesión de marcas como Volkswagen, Audi, Seat, Skoda o Nissan en la capital. Además, añade: “Hay otras provincias en las que las cifras se pueden coger más con alfileres porque influyen las matriculaciones de vehículos para alquiler o de empresas. En cambio, en Jaén sí que muestran una realidad de lo que ocurre”.

los valores. La venta de automóviles se muestra como un indicador bastante fiable del pulso económico de un territorio. Se trata de una adquisición con un importe importante que solo se suele realizar cuando existe una solvencia en la familia que asegure el pago o una tranquilidad o estabilidad laboral o económica en el hogar que hace esta inversión. Pese a que Jaén mantiene un pulso débil en muchos otros parámetros económicos, sorprende el dinamismo en la venta de vehículos en los últimos tiempos. Esto puede estar motivado, por un lado, porque los jiennenses se reservaron mucho durante la depresión económica o, lo que es lo mismo, que, por miedo, aplazaron la compra de un coche algunos años más. La antigüedad actual del parque de vehículos avala esta teoría. No obstante, por mucho que se demore la inversión, al final hay que hacerla. Por otro lado, están los vientos favorables de la economía.

El campo jiennense lleva unos años con unas cosechas aceptables en las que la producción y el precio del aceite se han equilibrado de una manera favorable para más de cien mil familias, lo que confiere una mayor seguridad para realizar la inversión. Asimismo, un precio del aceite alto confiere un estado anímico más favorable para gastar dinero.

Según la patronal —Anfac, Faconauto y Ganvam—, los jiennenses han comprado 5.124 coches en los siete primeros meses del año frente a los 4.443 que se vendieron en 2017. Representa un incremento del 15,33%, lo que es un cambio más que interesante.

El envejecimiento influye en la accidentalidad
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La antigüedad del coche está directamente relacionada con las probabilidades que tienen de sufrir un accidente las personas que viajan en su interior. La Dirección General de Tráfico (DGT) introduce estas variables dentro de los parámetros de siniestros y avala este planteamiento. El parque de vehículos de Jaén es bastante viejo. De hecho, la edad media supera los once años, por lo que representa como un factor más que puede influir en el número de siniestros que se producen en la provincia. El RAC señala que un coche moderno más seguro porque incorpora elementos que informan al conductor del entorno, e incluso intervienen antes de que se produzca una situación de riesgo si los parámetros analizan un riesgo evidente, como es el caso del ESP y ABS, entre otros. También porque, en el caso de que se produzca el siniestro, los turismos actuales protegen más y mejor a sus ocupantes, como prueban los distintos tets de evaluación que, como EuroNCAP, demuestran que un vehículo actual es mucho más seguro que uno de hace 10 años.

La antigüedad del parque lleva implícito dos elementos importantes, factores a tener en cuenta que relacionan seguridad vial y medio ambiente, y que deberían potenciar las medidas para la renovación: Cuanta más edad tiene un vehículo, menor número de sistemas de seguridad incorpora, ya sea de seguridad activa o de protección mediante la seguridad pasiva. Los vehículos más modernos equipan los últimos sistemas de seguridad y los avances tecnológicos de última generación.

También hay que contar con el propio desgaste del vehículo, derivado de su uso, lo que aumenta el riesgo de fallo mecánico, y por tanto, el riesgo de sufrir un accidente. Este hecho se relaciona directamente con la posibilidad de que se puedan acoger a los planes de ayuda que históricamente se han puesto en marcha para la renovación.