La UJA encara su 25 aniversario reivindicativa y repleta de orgullo

El rector reclama una financiación adecuada para una relevante institución

21 sep 2017 / 10:02 H.

Cuando el reloj marcaba las 13:52 horas, en nombre de Su Majestad el Rey, el rector de la Universidad de Jaén, Juan Gómez Ortega, inauguró oficialmente el curso académico 2017/2018. Con toga, birrete y bastón, el ingeniero de Sistemas y Automática cerró la ceremonia inaugural del ejercicio en la que la UJA celebrará su primer cuarto de siglo de existencia. El Aula Magna del Campus de Las Lagunillas no tiene la monumentalidad ni la historia de la Universidad de Salamanca que, a sus 800 años es el origen de todo el sistema de enseñanza superior en España, pero, como se encargó de dejar claro el rector, ni falta que le hace. “Veinticinco años no son demasiados, pero sí suficientes para que la Universidad de Jaén se haya consolidado como una institución de gran relevancia para esta provincia, para que sea considerada por toda la sociedad jiennense como uno de sus motores más importantes, casi esencial, en sus cambios y desarrollo”, reflexionó Ortega que, en sus puñetas, guardaba una demanda para la Junta, la encargada de proveer de fondos a esta escuela. “El relevante papel tiene que ser debidamente financiado”, dejó claro.

En en el auditorio principal del coqueto Campus de Las Lagunillas, escucharon las palabras del rector todos los que mandan algo en la provincia de Jaén, desde el jefe de la Comandancia, Luis Ortega, a la delegada del Gobierno andaluz en Jaén, Ana Cobo, y, sentado entre los doctores y junta de gobierno en el escenario, el consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano López, que fue uno de los intervinientes. Sobre todo a este se dirigió el rector cuando habló de necesidades críticas para la UJA y las otras nueves universidades públicas andaluzas. “Es importante que se atiendan las peticiones que hemos hechos los rectores a la presidenta de la Junta de Andalucía”, insistió Ortega, que repitió el mensaje que había transmitido, 24 horas antes, en Sevilla, como vicepresidente de la Asociación de Universidades Públicas de Andalucía. Con el tono de demanda, planteó como cuestiones claves definir la estructura de estos centros de conocimiento en la comunidad; el modelo de reparto, es decir, cuánto recibe cada una de las universidades y, algo crucial para la joven UJA, el establecimiento de criterios de convergencia para que las últimas en llegar al competitivo mundo universitario, puedan, en un plazo razonable de tiempo, estar en condiciones similares a las más veteranas. Como todo no iba a ser pedir, Ortega reconoció a la Administración andaluza el esfuerzo para garantizar presupuestos plurianuales, lo que da garantía para los gastos inaplazables de la UJA e insistió en la obligación que tienen las universidades de rendir sus cuentas y de responder, con trabajo pegado al territorio y útil para su sociedad, al esfuerzo de los poderes públicos para financiar su funcionamiento. A Ortega no se le pasó recordar la urgencia de poner en marcha los programas para fomento de las investigaciones, de los que dependen muchos equipos de trabajo actualmente activos.

El consejero Ramírez de Arellano, que recogió el guante de las exigencias, aplaudió la labor de todos los que están detrás de la Universidad de Jaén. “Se trata de un activo social imprescindible para la provincia de Jaén y, desde una perspectiva puramente económica, tiene un impacto que puede llegar hasta los 400 millones de euros de forma directa”, dijo el alto cargo del Gobierno andaluz que reconoció el esfuerzo para retener el talento local, atraer inversiones y competir con éxito en convocatorias nacionales e internacionales para poner en marcha proyectos de calidad. El responsable de Economía y Conocimiento, el “jefe” de las universidades públicas andaluzas trasladó los esfuerzos por normalizar la financiación de este sistema educativo, con la promesa de continuar en esta senda, y destacó, como indispensables, todos los esfuerzos por atraer estudiantes, como el hecho al bonificar un 99% las matrículas, un plan que, aseguró, no será flor de un día.

Protesta por la estabilidad del personal

Unas cincuenta personas se concentraron a las puertas del Aula Magna, donde se celebraba el curso académico en la UJA, en protesta por la situación de inestabilidad que vive el personal de administración y servicios de la UJA. Son unos 90 trabajadores, algunos con hasta doce años de experiencia en la institución, que se enfrentan a la posible convocatoria de oposiciones, en la que no se tiene en cuenta sus méritos en la institución. “Pueden verse en la calle”, explica Eduardo Domínguez, de CC OO.