“Una inversión tan baja da tristeza”

No caben “paños calientes”. La inversión en obra pública da pena y hasta puede causar vergüenza respecto a la escasa capacidad inversora de las administraciones en Jaén. Quien quiere a esta tierra seguro que siente desolación y también rabia después de leer el Informe Anual de Adjudicaciones de Obra Pública en Jaén en 2016, que acaba de publicar el Círculo de Empresas Andaluzas de la Construcción, Consultoría y Obra Pública (Ceacop). Pese a que cuando se presentan los presupuestos se suelen contemplar proyectos interesantes que proyectan grandes cantidades de dinero, el estudio revela que una cosa es “predicar” y otra “dar trigo”.

Solo 42,7 millones de euros se gastaron en obra pública en Jaén durante el pasado año. Resulta una cantidad tan baja que solo representa el 6% del gasto en Andalucía. Así, no es extraño que muchos agentes sociales —la Confederación de Empresarios de Jaén (CEJ) suele utilizar mucho este símil— afirmen que aquí las obras se eternizan. Y no es porque se trabaje despacio, sino porque el dinero llega lento. Ceacop refleja que se trata de la inversión más rácana del siglo XXI. De hecho, si se comparan con los 684,8 que se gastaron hace 8 años, parecen una miseria. Precisamente, estos empresarios tienen muy claro lo que ocurre: la inversión en obras públicas e, incluso, en el propio mantenimiento de las que existen ha dejado de ser prioritaria para los distintos gobiernos, que priorizan otro tipo de partidas. No obstante, esto dibuja un panorama difícil, ya que, si no se conserva lo que hay, el deterioro de lo que está construido crecerá a pasos agigantados.

Los 42,7 millones de euros muestran un nuevo recorte. El incremento de 2014, cuando se destinaron 92,8 millones, ahora parece un “espejismo”, ya que la estadística —tal y como muestra el infográfico de esta página— revela que el gasto en infraestructuras en la provincia no para de decrecer. Supone un 36% menos respecto a 2015 y un 94% inferior a las contrataciones que se hacían antes de que llegará la gran crisis económica. De esta manera, Jaén perpetúa su posición como la última provincia andaluza en inversión en obra pública, es decir, el 6% del dinero que se gasta en Andalucía. Además, los 42,7 millones representa la cantidad más baja desde que se realiza este tipo de informes. Ceacop afirma —en el informe— que eternizan las obras que están en marcha y que limitan las intervenciones de mantenimiento de las infraestructuras que están en marcha. “Si las administraciones no reactivan la inversión, nunca se desarrollarán los proyectos que son necesarios para que la provincia pueda converger con Andalucía. Se trata de un daño a las empresas, al empleo que generan y a la propia ciudadanía, ya que se le niegan unos servicios públicos que sí existen para otros andaluces”, manifiesta Ceacop. Además, la patronal empresarial afirma que hace falta una inversión mínima de 200 millones de euros anuales, es decir, un volumen de contratación muy similar al de 2010, para mantener lo que está construido, el inicio de otras que se encuentran comprometidas y mantener una ocupación de alrededor de 17.000 puestos de trabajo, una cifra muy superior a los 12.100, que son los que se estiman durante el año pasado.

El dinero. De los 42.730.295 euros invertidos en obra pública, la Junta de Andalucía fue la administración que más dinero destinó, con 20.528.750 euros, aunque realiza un recorte del 16% respecto al año anterior. La Diputación Provincial gastó 8.477.729, es decir, un 29% menos que en 2015. El Gobierno de España puso 7.668.402, un 43% menos, mientras que los ayuntamientos jiennenses invirtieron 4.620.121 euros, un 63%. La Universidad de Jaén contrató obras por 1.039.593 euros, mientras que 395.700 llegaron por otras vías, aunque salieron de las arcas públicas de las administraciones.

El Ministerio y la Consejería de Fomento fueron los más activos a la hora de contratar infraestructuras. Precisamente, este departamento del Gobierno de España contrató 5 millones de euros, según el informe de Ceacop, de los que 1,7 cayeron en las obras de la carretera A-32 (Linares-Albacete), mientras que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir destinó 1,7 millones, que se firmaron con empresas andaluzas. No obstante, el estudio revela que se trata del volumen de inversión más bajo de la serie histórica por parte del Ejecutivo de Madrid. Además, este trabajo insiste en que buena parte de las obras previstas en las depuradoras siguen sin hacerse.