La lluvia deja vacío el olivar

Las almazaras abren, pero los aceituneros siguen en casa sin poder trabajar

02 dic 2016 / 12:35 H.

No se puede poner el pie en el campo. La lluvia del pasado fin de semana ha hecho que las cuadrillas hayan pasado estos días “de brazos cruzados” y lo peor es que se divisa el horizonte con nubarrones negros. Los olivareros que han cogido aceituna o que hoy están en el campo están con una vara, alguna vibradora de mano y poco más. La maquinaria pesada sigue en el cortijo porque se atasca en el barrizal. Por eso, la imagen del inicio de la campaña es la del olivar vacío debido a las últimas lluvias. Jaén dispone de 328 fábricas autorizadas por el Ministerio de Agricultura y Alimentación para elaborar aceite de oliva, aunque solo están en marcha 307. La mayoría abrirá durante este fin de semana. De hecho, nadie duda de que el lunes, prácticamente, todas reciban ya aceitunas para molturar. Sin embargo, el problema está en el cielo.

Es verdad que la maduración viene más tardía, por lo que el fruto aguanta bien en los árboles, pero las cuadrillas están hechas y muchos familiares de los agricultores se preparaban para recoger aceituna en el puente de la Inmaculada. Sin embargo, si el cielo no lo remedia, el panorama se muestra complicado. Viene agua. La Agencia Estatal de Meteorología da una “tregua” para hoy, pero indica que existe un 75% de probabilidad de que llueva mañana entre la medianoche y el mediodía. Luego, a partir de la una de la tarde, la probabilidad es del 100%. Asimismo, también indica que el domingo y el lunes seguro que lloverá, por lo que habrá que esperar hasta el martes —6 de diciembre— para ver el sol.

El inicio de la campaña —la recolección todavía no se ha generalizado, sino que, más bien, quienes han cogido algo ha sido para buscar caldos de alta gama— no se verá hasta, al menos, finales de la pasada semana, lo que conllevará la pérdida de un puente en el que se reúnen familias enteras para recoger aceituna y meter en la casa el dinero de unos cuantos jornales. No obstante, todo dependerá de lo que llueva, ya que ahora se recoge el fruto mucho más rápido, pero la recolección se detiene más días cuando se moja el campo porque la maquinaria pesada se tiene que aparcar.

las precipitaciones. Ayer no llovió demasiado, pero sí lo suficiente para espantar a la mayoría que quería hacer algo en el olivar. La capital recibió 6 litros por metro cuadrado a primera hora de la tarde, mientras que Martos obtuvo 4. Linares y Villacarrillo se conformaron con 3, mientras que en Beas de Segura se recogieron 2. Noviembre ha sido un buen mes en precipitaciones, lo que ha servido para mejorar considerablemente las expectativas de la cosecha. Además, las suaves temperaturas hacen que los árboles todavía formen aceite de oliva.

“La gente está preparada y ya quiere ir al campo. Sin embargo, a diferencia de lo que pasaba hace unas semanas, en las que nos quejábamos de la sequía, las fincas tienen mucha agua, por lo que no se puede trabajar. La aceituna viene con un retraso importante, por lo que los agricultores todavía están relativamente tranquilos. Ven que el fruto aguanta en el árbol y no se ha caído, pero ya sí que hay ganas de recolectar”, afirma el secretario general de COAG en Jaén, Juan Luis Ávila. Además, añade: “Yo, hace un año, comencé a principios de noviembre. En cambio, ahora todavía no he cogido ni una aceituna. En mi caso, puedo asegurar que voy con un mes de demora”.

La maduración. A los estudiantes que aprenden el ciclo de la aceituna se les enseña que el olivo suele entrar en parada vegetativa cuando pasa una semana con temperaturas máximas que no superan los 14 grados y mínimas que están por debajo de los 7. Sin embargo, hasta ahora, no se ha dado ni una cosa, ni la otra, por lo que todo apunta a que los árboles siguen formando aceite de oliva. De hecho, los agricultores realizan pruebas de rendimiento y ven que ha mejorado mucho en los últimos días, lo que les indica que todavía pueden lograr más grasa si esperan un poco más. No obstante, también tienen claro que tampoco han de demorarse más. Por eso, miran qué lugar del terreno tiene la aceituna más adelantada para comenzar por allí, aunque siempre aluden a la frase de los carteles taurinos “si el tiempo lo permite”.

Precisamente, la demora en la maduración ha hecho que pocos se plantearan poner en marcha la cuadrilla durante noviembre. En realidad, la última semana sí que ha dado más posibilidades para recoger —hasta que llegó la lluvia—. Antes de ayer también se pudo, pero muchos olivareros y almazaras prefirieron esperar hasta diciembre para evitar el “papeleo” que conlleva dar de alta a los trabajadores en noviembre y luego solo poder trabajar durante unos días.

“Es verdad que se han dado condiciones meteorológicas bastante favorables en las últimas semanas. No se puede recuperar todo lo que nos quitó la sequía, pero las expectativas de cosecha sí que han mejorado. Antes visitabas algunos secanos y no veías fruto. Ahora vas y encuentras aceituna”, concluye Juan Luis Ávila. Los que peor lo llevan son los jornaleros. La mayoría no lleva ni una peonada. Han de tener paciencia. No les queda otra.