La lluvia calma las heridas de meses de sequía

La lluvia calma las heridas de unos meses largos de sequía. Hace tiempo que Jaén no vivía una jornada tan lluviosa como la de ayer, en la que las precipitaciones se repartieron de una manera homogénea en la provincia y sirvieron para volver a llenar los cauces, resucitar arroyos olvidados, recuperar cascadas y saltos de agua y apreciar con intensidad de olor a tierra mojada. Hubo municipios en los que se sobrepasaron los 40 litros por metro cuadrado —en los que más—, aunque los menos agraciados, al menos, cogieron 20 litros por metro cuadrado. Los problemas de la sequía no se van con la jornada de ayer, pero el agua que cayó vale un potosí.

La fuerza del viento remitió algo. No se llegó a los 100 kilómetros por hora, como en los días anteriores, pero sí que se registraron rachas de 71 kilómetros por hora —a las 19:00 horas— y de 68 —a las 11:00—. La velocidad del viento se movió entre los 25 y los 30 kilómetros hora, por lo que se notaba bastante, y cambiaba de dirección sur a oeste.

El Servicio de Emergencias 112 informa de que, hasta las 19:00 horas, se habían registrado 54 incidencias en la provincia. En ninguna había heridos ni personas evacuadas. La mayoría era derrumbamientos, árboles que se caían, balsas de agua y obstáculos en la carretera. De hecho, hubo que intervenir por corrimientos de tierra en las carreteras que acceden a Cambil, Jabalquinto, Cabra de Santo Cristo y Bélmez de la Moraleda. También hizo falta achicar una balsa de agua en la A-302, en el término municipal de Jabalquinto, achicar agua en el patio de una vivienda de La Carolina y en una tienda de Andújar. Asimismo, un árbol de grandes dimensiones complicó el acceso a La Guardia.

Por otro lado, el Ayuntamiento de Jaén informa —en el parte relativo al jueves— que tres personas resultaron heridas en la capital después de caer debido a la fuerza del viento. Fue un hombre que cayó en la calle Catalina Mir Real —próxima al Paseo de España— el que registró una mayor gravedad, ya que se golpeó la cabeza, lo que le generó un traumatismo craneal con herida sangrante y pérdida temporal del conocimiento. Quedó en observación en el Hospital Neurotraumatológico.

Pendientes del río. “Los vecinos bajan y miran el cauce del río. Es inevitable, pero la gente no se ha marchado por miedo. El agua baja bien y la lluvia no ha generado situación alguna de peligro”, afirma Alberto Castro, presidente de la Unidad de Gestión Vecinal “Puentes de Jaén”. Asimismo, continúa: “Se ha limpiado el cauce y se han hecho dos o tres escolleras. No se trata de una labor exhaustiva, pero sí suficiente para ver las precipitaciones con tranquilidad. Nunca se sabe cómo podría reaccionar si hubiera una tromba, pero el cauce está más limpio y es más amplio, por lo que existe tranquilidad”.

Hoy será un día lluvioso, pero caerá menos agua que ayer. Esta es la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología, que indica que la borrasca continuará en Jaén el sábado y el domingo y, prácticamente, toda la semana. Además, mantiene un aviso amarillo activo por las fuertes rachas de viento en casi toda la provincia. Precisamente, el Servicio de Emergencias 112 lleva atendidos 205 avisos desde que entró el frente de lluvia y viento. Además, afirma que es preferible evitar los desplazamientos por carretera. Si es imprescindible viajar, es importante informarse, antes de salir, del estado de las carreteras por las que se va a transitar y una vez en camino seguir las indicaciones de paneles informativos y de los agentes de la autoridad así como mantenerse informado a través de la radio de las recomendaciones de las autoridades y servicios competentes. Asimismo, recalca que, con lluvia y viento, se debe extremar la precaución al volante, disminuir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad. Nunca se debe cruzar por una zona inundada o con balsas de agua. Tampoco se debe acampar ni estacionar cerca de los cauces de agua.

En el campo y con tormenta los árboles y piedras aisladas o solitarias atraen los rayos por lo que se deberán evitarán, al igual que los objetos metálicos. En las zonas costeras y con temporal protegerse es evitar transitar los paseos, zonas de rompeolas y miradores ya que el oleaje puede arrastrarnos de forma súbita hacia el interior del mar.