La Guardia Civil pide que se avise de la recogida nocturna

No es obligatorio, pero sí recomendable. La Guardia Civil pide que, si es posible, se avise de las tareas de recolección nocturna que se empiezan a hacer durante estos días. No hace falta más que pasar por el cuartel más cercano y comunicarlo o, incluso, basta con una llamada telefónica. En estos días, muchos agricultores comienzan a cosechar cuando cae la noche. Buscan aceites de excelencia con los que conquistar los mercados más exigentes. Además, serán caldos que “echarán a pelear” con otros en los concursos de calidad más exigentes. Para conseguir el mejor aroma y la mayor variedad de sabores, se opta por una recolección en frío, por lo que se aprovechan las horas de la noche.

En cambio, la Guardia Civil también está atenta para que no se produzcan robos de aceituna en el campo. Por eso, las patrullas, cuando escuchan maquinaria o ven trasiego en las fincas, se suelen pasar para constatar lo que pasa. Generalmente, acuden, identifican a las personas que están allí y constatan que son los propietarios o están mandados por estos para que hagan la recolección. Sin embargo, esto es una tarea que se podría evitar, simplemente, si el cuartel del pueblo tiene constancia de que allí se va a recolectar aceituna durante la noche. Por otro lado, algunos propietarios dudan si hacen falta algún otro permiso y existe un bulo que indica que se requiere una autorización de la Delegación Provincial de Medio Ambiente.

El delegado provincial, Juan Eugenio Ortega, desmiente que haga falta algún trámite en su departamento para recoger aceituna durante la noche. La Guardia Civil tampoco tiene que autorizar, aunque insiste en que, si se le informa, es mucho mejor.

Sin embargo, la recolección nocturna del fruto ya tiene algunos opositores, ya que existen colectivos ecologistas que avisan de que se perjudica seriamente a las aves que duermen en el olivar. La maquinaria, en ocasiones, sorprende a algunas especies. Por otro lado, la recolección nocturna no exime de cumplir la normativa en materia de seguridad laboral. De ahí que se insiste en adaptar la maquinaria y los equipos de las personas que trabajan a las circunstancias especiales que conlleva el trabajo en una situación de penumbra o de iluminación totalmente artificial.