La electricidad social permite a 55.780 familias tener luz cada día

El 16,7% son ancianos con pagas bajas y el 18,3% familias numerosas

16 ago 2018 / 12:01 H.

Hay familias que no pueden hacer frente al recibo de la electricidad o, simplemente, si lo pagan como cualquier jiennense se quedan sin recursos para las necesidades básicas. Por eso, tienen reconocido el bono social eléctrico, es decir, una energía social que les permite poder encender la luz cada día. No hay que olvidar que la pobreza energética es uno de los lastres que aún quedan tras la depresión económica. Hay jiennenses que, por ejemplo, tienen dinero para comer, pero pasan calor ahora porque no pueden poner el aire acondicionado o un ventilador. Y en el invierno, se arropan con mantas para evitar que el brasero dispare su factura.

El bono social representa un descuento en la factura de la luz que se pretende proteger a los hogares considerados vulnerables. A la tarifa resultante de aplicar el descuento se le conoce, actualmente, como Tarifa de Último Recurso. Actualmente, según publica el Informe de Caracterización del Suministro de Energía Eléctrica en la Provincia de Jaén, elaborado por la Agencia Andaluza de la Energía, existen 55.780 clientes de la provincia que se han acogido a esta tarifa especial, simplemente, porque se encuentran en una situación de vulnerabilidad. Entre todos, pagan más de 13 millones de euros al año, que se facturan a un precio bonificado.

Por consumo. El 13,6% de los consumidores de la provincia están acogidos al bono social. En cambio, no son grandes consumidores de energía. Solo necesitan el 3,6% de la electricidad que se consume en esta tierra. Hay 42.510 clientes que necesitan muy poca electricidad. Por eso, tienen contratados 3 kilowatios. Representan el 59,7% del consumo de esta energía social. Existen 6.923 pensionistas, que gastan el 16,7%; mientras que también se contabilizan 4.275 familias numerosas, que consumen el 18,3% de la corriente que llega bonificada. Precisamente, entre estos dos se ve una gran diferencia, ya que existen más mayores, pero gastan menos energía que las familias numerosas, generalmente, porque son personas con pagas bajas que mantienen unos criterios de austeridad en el consumo y, además, porque, generalmente, viven solos en su casa, frente a las familias numerosas que cuentan con más personas en el hogar, por lo que el gasto energético se incrementa.

Por otro lado, existen 1.482 personas sin trabajo que también se han acogido a esta medida. De hecho, el 2,7% de los jiennenses que se han acogido al bono social cuentan con todos los miembros de la familia en situación de desempleo o, lo que es lo mismo, nadie trabaja en su casa. Por último, se contabilizan 590 familias con energía bonificada gracias a que estaban acogidas a la tarifa social anterior. Aquí los informes de los servicios sociales son determinantes. Solo las familias numerosas acogidas a esta medida pagan 2,4 millones de euros al año, mientras que los pensionistas aportan 2,2 millones de euros.

Precisamente, las familias que tienen a todos sus miembros en una situación de desempleo se han convertido en uno de los principales demandantes del bono social. También está abierto para los pensionistas que reciben la paga mínima o para los mayores que eran beneficiarios del seguro de vejez. Precisamente, el bono social se puso en marcha el 1 de julio de 2009 para proteger a las personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad. Fue un mecanismo público con el que se intentó proteger a familias vulnerables en plena depresión económica.

Además, el informe elaborado por la Agencia Andaluza de la Energía señala que la provincia jiennense cuenta con siete compañías que suministran electricidad a los consumidores. Endesa Distribución Eléctrica —heredera de la antigua Sevillana— es, de lejos, la más consolidada en la tierra del mar de olivo. En cambio, hay seis más, como son Electra de La Loma, Electra de Sierra Mágina, Electra de San Cristóbal, Pedro Sánchez Ibáñez, Emilio Padilla e Hijos e Iberdrola Distribución Eléctrica. Precisamente, algunas de estas compañías poseen hasta su red propia de distribución, por lo que son determinantes en algunas zonas de la provincia, sobre todo, en los núcleos rurales.

Los casos

Por sueldo . Se puede solicitar si vive solo una persona y gana menos de 939,95 euros brutos o una familia con un hijo que gane menos de 1.074 euros brutos.

Mayores. Está abierto para los jiennenses que cobren pensiones y que sean la cuantía mínima que está en vigor.

Familias. Los hogares que sean familia numerosa también pueden estudiar la solicitud de esta bono que conlleva un importe reducido en la tarifa.

El 44% de los clientes está en el mercado libre de la energía

El 44% de los clientes de la provincia tiene contratado tarifas que se mueven en el mercado libre de la energía. Algunos jiennenses ni siquiera saben si están en el mercado regulado o en el libre. Resulta sencillo. Solo hay que mirar el recibo. En el caso de Endesa: Si pone que la empresa que factura es Endesa Energía S. A. Unipersonal quiere decir que se está en el mercado libre. En cambio, si lo hace, Endesa Energía Eexxi S. L. U. es regulado.

En el pasado todo el mercado eléctrico estaba regulado. A partir de 1997 comenzó un largo proceso de liberalización hasta 2009. Desde entonces los consumidores son libres de elegir a quién le van a pagar su factura, escogiendo entre las casi 100 comercializadoras que existen y las tarifas que ofrecen.

Solo el 5,9% de los jiennenses usa la selección por horas

En cuanto a las tarifas con discriminación horaria, sólo el 5,9% de los abonados en baja tensión están acogidos a una de estas tarifas que representan el 29,8% del consumo total de la provincia. El precio medio es un 11% inferior respecto a las tarifas que no tienen discriminación. De hecho, son las grandes desconocidas del sector eléctrico. La lógica es sencilla: se paga menos en concepto de peajes, con lo que el precio del kWh es más barato, por el consumo realizado en determinadas horas, a cambio de pagar algo más el resto del día. El objetivo es reducir el consumo en los horarios de mayor demanda de energía. Pero muchos usuarios temen contratarla porque no es posible elegir siempre a qué hora se consume electricidad.